Actividad Parlamentaria

Parlamento Vasco

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Presentación de la candidatura a la Secretaría del PSE-EE (PSOE)

Agrupación de Txurdínaga. BilbaoHola, buenos días:
Les he convocado hoy, aquí, para comunicarles que después de celebradas las Asambleas Locales, después de elegidos los delegados y delegadas al Congreso Extraordinario, y tras escuchar a muchísimos compañeros y compañeras del Partido, y también a gente de fuera de él que me merecen toda la confianza, he tomado la decisión de presentar mi candidatura a la Secretaría General de los Socialistas Vascos.
Tal y como había anunciado previamente, ayer le comuniqué esta decisión a mi Secretario General, al Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y hoy mismo he presentado mi dimisión como miembro de la Comisión Gestora, a la que creo que debemos agradecer como ha conducido este transito que nos llevará al Congreso. Desde luego, para mí ha sido un honor pertenecer a ella y compartir trabajo con unos compañeros tan entregados a la labor que se nos había encomendado.
Miren, soy consciente de que estamos viviendo un momento especialmente difícil. El terrorismo atenta con saña contra nuestras vidas. El radicalismo amenaza nuestros derechos. El nacionalismo nos combate como si fuéramos antivascos o antiautonomistas. La derecha española nos calumnia como antiespañoles o anticonstitucionalistas. Y unos y otros lo hacen acogiéndose a una de las peores tradiciones por la que quieren establecer la diferencia entre buenos y malos vascos o buenos y malos españoles. Es decir, momento difícil.
Y, por otro lado, nadie duda ya de que el Congreso que celebraremos dentro de escasos días es uno de los más importantes de la larga historia de los socialistas vascos. De lo que allí decidamos va a depender el futuro del PSE-EE y también, en gran medida, el futuro de la política vasca. Eso ha hecho que estén puestas en nosotros todas las miradas, las de quienes quieren que salgamos unidos y fortalecidos detrás de un proyecto claro y, como no, también las de quienes quieren que fracasemos en ese intento. Y, por lo tanto, para nosotros, se trata, como es lógico, de responder a las expectativas de los primeros y defraudar, para siempre, a los segundos. Es decir, momento importante.
Y creo que en momentos difíciles, en momentos importantes, como este, hace falta que haya quien de un paso al frente, si cuenta, claro está, con las ganas suficientes, con la ilusión necesaria y, sobre todo, con ideas y propuestas que intenten dar salida a una situación complicada.
Y yo estoy dispuesto a dar ese paso al frente. Creo que cuento con el apoyo necesario y, sobre todo, tengo la ambición y el convencimiento de que los socialistas podemos y tenemos que jugar un papel clave en la política vasca. Creo que hay mucha gente que está esperando a un Partido Socialista de Euskadi que, sin complejos de ningún tipo, sea capaz de decir lo que piensa y actuar en consecuencia con ese pensamiento, sin doblegarse ante las presiones de nadie.
Y en este sentido quiero decirles que yo no aceptaré ni presiones ni injerencias externas de ningún tipo y que, por eso también, me opondré a quienes quieran asignarnos el papel de colaboradores necesarios del PP, o de moderadores imprescindibles del nacionalismo.
El socialismo vasco tiene personalidad propia y tendrá su propio proyecto autónomo. Y, por eso, el reto de este Congreso tiene que ser, no sólo resolver nuestras discrepancias internas, que las hay como las ha habido siempre en nuestra historia y no pasa nada, sino, sobre todo, reforzar una alternativa progresista, autonomista y de izquierdas. Que defienda en primera línea la libertad, la democracia, la pluralidad, la unidad democrática en la lucha para derrotar al terrorismo, y, a la vez, ofrecer también políticas progresistas que susciten el apoyo de una mayoría social suficiente para dar un vuelco total a este país.
Miren, las socialistas y los socialistas vascos somos hombres y mujeres con fuertes convicciones, con gran capacidad de sacrificio, con profundos ideales de justicia y solidaridad, y estoy seguro que harán frente, con unidad y firmeza, a las adversidades y a los retos que en el futuro nos esperan. Pero les quiero decir que los socialistas, si hay que aguantar, aguantaremos. Si hay que resistir, resistiremos. Pero tengo muy claro que no hemos nacido sólo ni para la resistencia ni, mucho menos, para la resignación.
Al contrario, nuestro objetivo y nuestra misión es acabar con una situación que está conduciendo a la sociedad vasca a la desesperanza. Tenemos la obligación, frente a la pasividad de los demás partidos, de tomar la iniciativa política. Estoy convencido de que los socialistas podemos cambiar la política vasca. Desde luego esta es mi obsesión y mi convicción más profunda. Y por eso creo que los socialistas tenemos que salir fortalecidos de este Congreso y transmitir esperanza a la sociedad.
Yo creo en un Partido Socialista fuerte, que sea capaz de enarbolar ese proyecto autónomo del que hablaba antes, que sea  capaz de proyectar con contundencia una alternativa autonomista, una alternativa progresista (de izquierdas), para aglutinar a la mayoría social que quiere construir un país para todos y no un país de unos contra otros, un país construido desde el diálogo y no desde la imposición, desde una política que tienda puentes para el entendimiento en lo fundamental y no desde una política que se haga, como sucede hoy, desde las trincheras.
Estoy convencido, además, de que hay mucha gente, ciudadanas y ciudadanos, pero también Sindicatos, ONG’s y colectivos que se mueven en la onda de progreso, que están esperando que el Partido Socialista encabece una verdadera alternativa al nacionalismo que nos gobierna y que ha demostrado su fracaso en la solución de nuestros problemas más importantes, y que es gente que no quiere que esa alternativa venga de la mano de una derecha intransigente y de pensamiento único. Nosotros queremos cambiar la situación actual, buscando soluciones a los graves problemas que tiene el país, desde la firmeza democrática, defendiendo los derechos de ciudadanía recogidos en La Constitución y el Estatuto, defendiendo la pluralidad de la sociedad vasca y utilizando el diálogo entre los demócratas para buscar el común denominador que nos haga más fuertes frente a ETA.
Para eso yo quiero que el socialismo vasco tome la iniciativa. Es posible que nos sintamos incomprendidos y atacados por hacerlo, pero la sociedad vasca, estoy convencido de que nos secundará. El nacionalismo vasco y la derecha española se sienten cómodos en la confrontación y en el enfrentamiento, y será la izquierda y el socialismo, quien, como en otros tiempos, creará un movimiento capaz de obligar al resto de partidos e instituciones a asumir sus propias responsabilidades y a caminar por la senda del dialogo y del acuerdo para sacar al país del estancamiento en que se encuentra.
Nuestro objetivo fundamental, en esta etapa histórica, es la consecución de la democracia plena y la libertad para todos los vascos y vascas. Es necesario acabar con el terrorismo y también con todas aquellas legitimaciones que desde la ideología y la política se les proporciona. Por eso, los socialistas, seguiremos apoyando todas aquellas medidas políticas, policiales y jurídicas que contribuyan al debilitamiento y a la derrota del terrorismo. Como seguiremos apoyando el Pacto por las libertades y contra el terrorismo hasta acabar con ETA.
Practicaremos la firmeza democrática, la firmeza en los principios y, a la vez, buscaremos el entendimiento entre demócratas que supere la actual dinámica política presidida por la incomunicación, el frentismo y la falta de unidad.
Pero aclaro, mientras el nacionalismo no clarifique su posición, mientras no de prioridad a los planteamientos autonomistas de respeto a la pluralidad, de abandono de radicalismos y etnicismos, mientras no renuncie a colaborar con Batasuna en todas las partes, el socialismo no pactará con ellos nada que no sea unidad frente a ETA.
Pero aclaro también que tampoco buscaremos pactos con el PP para hacer oposición. Tenemos proyectos diferentes. Representamos alternativas distintas y así seguirá siendo en el futuro.
Yo quiero construir el futuro de la sociedad vasca desarrollando el Estatuto con la máxima autonomía pero dentro de España, de una España plural y diversa, y de una Europa cada vez más unida.
 Y, por otro lado, quiero que los socialistas vascos prioricemos, también, el debate sobre la construcción social y cívica de Euskadi. Un debate que ni la derecha española, ni la nacionalista, quieren hacer. Quiero que en todas las instituciones propongamos políticas imaginativas para crear empleo, políticas para mejorar la educación y la cultura, políticas para mejorar la sanidad, la construcción de viviendas sociales, políticas para defender el desarrollo sostenible, para profundizar en la solidaridad y en la protección social, para facilitar la integración de los inmigrantes, políticas para la formación e incorporación de los jóvenes al mercado laboral, políticas que garanticen el acceso de todos a las nuevas tecnologías. Políticas, en definitiva, que permitan a la sociedad vasca mejorar su calidad de vida y avanzar en la corrección de desigualdades territoriales y sociales.
Es decir, quiero encabezar una verdadera alternativa, con personalidad propia, que no se va a definir ni por nuestras relaciones con el PP ni por nuestras relaciones con el PNV. El único compromiso, firme y sincero, lo vamos a suscribir con la sociedad vasca que es a quien queremos dirigirnos.
Y para eso quiero que el socialismo vasco salga del Congreso unido, con un partido renovado, más abierto y más participativo. Que trabaje en coordinación con la Ejecutiva Federal y que cuente con el apoyo de todos los socialistas españoles, porque aquí se juega el futuro del País Vasco, pero también el futuro de España.
Y quiero defender la mixtura en el partido de lo que representa el socialismo alavés, el socialismo gipuzkoano y el socialismo vizcaíno. Sé que es mucho más lo que nos une que lo que nos diferencia, y si la pluralidad es un valor en la sociedad, también lo es en el seno de nuestro partido, porque la convivencia armónica de diferentes sensibilidades nos enriquecerá y hará más fuertes.
Y anuncio que si mi candidatura no contara con el apoyo suficiente en el Congreso, pediré a todos los que me apoyan que respalden al Secretario General que sea elegido y a la Ejecutiva que forme. Porque nos jugamos mucho más que peleas de salón. Y me gustaría que los demás hicieran este mismo pronunciamiento porque indicaría que íbamos en la buena dirección.
Y, acabo diciendo que quiero un partido preparado y dispuesto a ser protagonista de los cambios que hay que hacer en la política vasca. Creo que este Congreso es trascendental para ello y que la sociedad vasca espera de nosotros que estemos a la altura de las circunstancias.
Desde hoy hasta el último día del Congreso pediré la confianza de los delegados y delegadas y buscaré la mayor integración posible en este proyecto

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