Euskal Sozialistak

Proposamen Politikoak

3- Democracia, Libertad, Convivencia

3.1- La Democracia

3.1.3- Requisitos básicos del sistema democrático constitucional

El sistema democrático moderno tiene tres elementos constitutivos que funcionan al mismo tiempo: normas constitucionales e instituciones, procedimientos y valores.

Las normas constitucionales definen los límites en el ejercicio del poder.

Los procedimientos convierten la voluntad popular en representación política y regulan el ejercicio del poder entre éste y la ciudadanía.

Y, por supuesto, en el sistema democrático son absolutamente necesarios los valores y los principios. Sin valores, el sistema democrático se queda sin objetivo. Los tres grandes grupos de valores del sistema democrático son la libertad de las personas como requisito para que cada uno pueda decidir su propia vida; la igualdad como fuente de equidad y la justicia entre ciudadanos. Y los requisitos básicos para materializarlos son la tolerancia y el pluralismo político.

La democracia es un todo. Al contrario de lo que ha ocurrido con demasiada frecuencia en Euskadi, nadie puede tomar el trozo que más le apetece y hacer de ello su bandera.

Las decisiones tomadas en democracia tienen limitaciones impuestas con el fin de evitar su arbitrariedad estableciendo la obligación expresa, en todo procedimiento democrático, de tener que negociar entre intereses diferentes antes de adoptar la decisión.

El sistema democrático encierra algo paradójico: no todo se puede decidir. Hay limitaciones para decidir y se centran en que un sistema democrático no puede tomar decisiones por la que dejaría de serlo. El listado de limitaciones comprende dos áreas:

  • Por un lado, los derechos individuales, que son ámbito vedado a la decisión colectiva (ningún Parlamento puede decidir la religión, la ideología o la forma de vida de todos los ciudadanos.)
  • Por otro, tampoco se pueden adoptar determinadas decisiones sobre los procedimientos básicos que constituyen la esencia del sistema: no se podría decidir prohibir los partidos políticos o anular unas elecciones celebradas con todas las garantías democráticas (a no ser que se pretendiera, con ello, abandonar el sistema democrático).

Las decisiones las toman las personas e instituciones que han sido facultadas para ello. Y, además, cada institución o poder del Estado tiene limitaciones funcionales: cada uno sólo puede decidir los temas que le incumben, no sobre otros. Lo que no significa, que estos parámetros, siguiendo unas reglas del juego, no puedan y deban revisarse, pero una vez revisados, volverá a haber una línea clara en quién puede tomar cada decisión.

En estos tiempos en los que el sistema democrático está teniendo tantos ataques y desde diferentes flancos, para los Socialistas Vascos es importante explicar qué es el sistema democrático y defenderlo de forma radical, y hacerlo sin complejos, en Euskadi, en España y en Europa.

En la actualidad, en las sociedades desarrolladas tenemos nuevas oportunidades de mejorar el sistema democrático, fundamentalmente en los dos aspectos clásicos, pero que ahora se plantean con nuevas formas.

Para llevar a la práctica los principios de la democracia representativa se regularon y garantizaron los procesos electorales libres. Las elecciones son el acto donde los ciudadanos deciden quién les representa y bajo qué premisas programáticas quieren organizar la sociedad. La defensa de los resultados electorales y de los gobiernos que de ellos se hayan conformado ha sido la esencia de la democracia. Sin embargo, desde hace dos años ha ocurrido en Europa un ataque directo a este principio democrático ante el cual no se ha dado una respuesta contundente y una rebelión ante tal decisión. Se han sustituido gobiernos elegidos en las urnas por gobiernos de tecnócratas impuestos por un poder de fuera del país. Esto, que es impensable en cualquier manual de ciencia política para definir un Estado democrático desde el punto de vista teórico, lo estamos viviendo en Estados que no han perdido su calificación de democráticos ante tal atropello, ni en otros países intervenidos en los que pese a no haber cambiado los gobiernos surgidos de las urnas, las decisiones no las toman ellos, sino que las toman por ellos otros poderes económicos bajo el paraguas de decisiones políticas tomadas por Europa

En la actualidad está surgiendo un nuevo tipo de ciudadano que reclama nuevas oportunidades para participar en la “cosa pública” un ciudadano que quiere, de forma personal comprobar y controlar la actividad de los poderes públicos.

La nueva era, aporta oportunidades para ello, pero es importante volver a esos principios por los que se funda la democracia: para vivir en sociedades heterogéneas y de masas, de manera ordenada, tolerante y respetuosa con el diferente.

Sailara itzuli