BATZORDE FEDERALA
Patxi López Euskal Sozialisten idazkari nagusiaren mintzaldia
Compañeros y compañeras, voy a hablar con la lealtad al Partido y a sus dirigentes que siempre he mantenido durante mis 33 años de militancia, pero también con la libertad de opinión que tenemos los socialistas y a la que yo nunca he renunciado.
Voy a exponer las razones que me llevaron a plantear, en nombre de los socialistas vascos, la necesidad de un congreso en el PSOE.
Otros han hablado de primarias y yo espero que a todos nos una el deseo de fortalecer el partido, de elaborar entre todos un nuevo proyecto y elegir un líder capaz de unir al partido y ganar las elecciones del año que viene. Y espero que nadie haga su trinchera personal de la derrota colectiva. Nunca he pretendido, ni ahora tampoco, crear división en el partido o favorecer a terceras personas.
He escuchado en estos días multitud de rumores malintencionados sobre mi propuesta de convocar un congreso en nuestro partido. Si alguien piensa que mi propuesta no era para sumar sino para dividir, se equivoca.
Si alguien piensa que nuestra propuesta era contra el Secretario General sencillamente desconoce mis códigos de lealtad, mi cultura de partido, desconoce mis principios y mi trayectoria, y mucho más la lealtad del Partido Socialista de Euskadi, de la que tantas pruebas ha dado los dos últimos años.
En todo caso, lo peor que podemos hacer es comenzar una guerra cainita que sólo debilita al partido. Hice la manifestación del martes precisamente para evitar esto; para evitar las luchas internas y la desunión cuando más nos hace falta unir fuerzas. Dije que lo importante era debatir ideas y buscar soluciones. Sigo pensando lo mismo.
También quiero dejar muy claro que si alguien piensa que la propuesta la he hecho pensando en mis intereses particulares, se equivoca completamente. Quizás desconoce que ser Lehendakari culmina el sueño que durante muchas generaciones hemos soñado los socialistas vascos. Mi única prioridad es ser Lehendakari.
Sabéis que no me prodigo en declaraciones públicas en cuestiones que corresponden al Partido. No me gusta plantear en los medios debates que deben ser exclusivamente internos. Pero tuve razones profundas para hacer una declaración pública el martes:
En el Comité Federal último manifesté que nuestro partido era municipalista y dije: "Por los gobiernos pasamos, en los ayuntamientos somos". Hemos perdido cientos de plataformas institucionales que daban soporte a nuestro partido. Esa red básica nos permitía mantener la relación permanente entre nuestro partido y la ciudadanía. Hay miles de militantes que han quedado desconectados y sin sostén.
Frente a esta situación podemos dejar pasar el tiempo, pensando que ya mejorará algún día. O podemos ponernos todos a trabajar y reforzar el partido y elaborar unas nuevas propuestas que ofrezcan a la ciudadanía alternativas y soluciones a sus problemas para los siguientes cuatro años.
Yo opto por afrontar el problema con realismo y claridad, pero sin caer en la tentación de una culpabilidad colectiva y estéril. Nuestro partido tiene muchos años y sabrá, también ahora, superar esta situación.
No somos los únicos que estamos mal. Toda la socialdemocracia europea está en crisis y prácticamente en todos los países hemos perdido poder institucional.
Pero los resultados del domingo pasado han ahondado la desconfianza de mucha gente en las propuestas de nuestro partido. Nuestro objetivo urgente, una vez analizadas con seriedad las causas, es elaborar unas propuestas que logren unir, en torno al PSOE, una mayoría social de progreso y que recupere la confianza de las amplias masas que están habitando en el sótano de la sociedad dual, porque el proyecto socialista les propone unas soluciones realistas a sus problemas
Ese me parece el orden lógico: Analizar primero las causas que han motivado la desconfianza, elaborar nuevas propuestas que generen confianza e ilusión entre la ciudadanía, y, por último, elegir nuestro líder. Y para esto hace falta un debate público de ideas.
Creo sinceramente que la situación es demasiado grave como para ser resuelta con unas meras primarias. Porque, más de una vez, las primarias han servido para trasladar la imagen de simple lucha de poder, en vez de dar solución a los objetivos que acabo de enumerar
Pero tenemos que tener además en cuenta que el futuro del socialismo español no sólo incumbe al partido, sino a amplias capas de progresistas que están totalmente desorientados con la situación. Nuestro partido es el que lidera el socialismo, pero el proyecto socialista es mucho más e incumbe a muchas más personas.
El debate que tenemos que hacer debe ser amplio, público, con participación de todos los sectores progresistas, y liderado por nuestro partido. Un proyecto en el que la política y las ideas se conviertan en herramienta ciudadana para construir una sociedad mejor.
En la propuesta del martes hay una parte profunda, que seguiré manteniendo de forma firme: la necesidad urgente de regenerar el proyecto socialdemócrata en España para crear ilusión y confianza en los colectivos sociales que durante tantos años han confiado en nosotros.
Y la segunda parte ha sido la solicitud de un congreso como medio para lograr la regeneración del proyecto socialista. Lo he hecho así porque, en la tradición de nuestro partido, ha sido únicamente el congreso la fórmula para abrir a la participación las propuestas de otros progresistas, pero, sobre todo, porque hasta la fecha, ha sido la única herramienta para configurar la voluntad colectiva del partido.
Hemos ido a los congresos en todo tipo de situaciones, buenas y malas, con problemas de proyectos y problemas de equipos. Siempre hemos salido adelante.
Estas han sido las razones que me llevaron a plantear un congreso:
Para impedir tapar en falso la crisis que tenemos. Para no dejar totalmente desamparados a millones de progresistas, que no son del Partido, y que quieren que haya un nuevo proyecto compartido y defendido por todos, y que siempre han confiado en nosotros.
Y porque estoy convencido que sólo una regeneración profunda del proyecto socialdemócrata, como una propuesta colectiva, será capaz de lograr que de nuevo se unan a nosotros todos los que ahora nos han retirado su confianza.
La gente tiene que ver con claridad que los socialistas nos tomamos muy en serio su queja y su aviso. Que no lo vamos a ocultar con una falsa solución.
Eso es lo que pienso, y tengo la obligación de decirlo aunque me resulte incómodo.
Pero mirar al futuro no quiere decir que queremos romper con nuestro propio pasado.
Yo he defendido y defiendo el gran papel que en la historia del socialismo español está desarrollando José Luis Rodríguez Zapatero y su aportación a la extensión de derechos y al avance de políticas sociales que su etapa como presidente del Gobierno nos ha traído. Y quiero subrayar de forma especial la ayuda y liderazgo mostrado en la lucha contra el terrorismo: la situación que ahora disfrutamos se debe a las políticas defendidas por los dos gobiernos socialistas. Quiero agradecer de forma personal a Rodríguez Zapatero su aportación y el apoyo que siempre nos dado a los socialistas vascos.
Y pido el apoyo de todo el partido al Gobierno de España y a nuestro presidente para que pueda seguir impulsando las medidas de modernización y ajuste que necesitamos. Lo tenemos que hacer sin la menor duda e intentando explicar las medidas a la ciudadanía.
El proyecto socialdemócrata es un proyecto construido con el esfuerzo de millones de europeos de muchas generaciones. Yo quiero que tengamos el valor de tomar hoy las medidas necesarias para que mañana sea nuestro partido quien siga liderando el progreso y la igualdad.
Quiero que mi partido siga defendiendo la dignidad y el prestigio de la política. Quiero que de nuevo cada militante recupere el orgullo de ser socialista. Y quiero sobre todo, que recuperemos la confianza de todas las personas que se han quedado en casa, porque ahora no tienen en quien confiar.
En este punto, el Comité Federal es el lugar adecuado para pedirle a Alfredo Pérez Rubalcaba que dé un paso adelante. Porque consideramos que es la persona adecuada para liderar nuestro proyectos para los próximo años.
Tiene la preparación, la experiencia y el rigor, la capacidad y el empuje para ser nuestro mejor candidato.
Yo aquí te pido, Alfredo, que aceptes ser nuestro candidato. Y pido a todo el partido que todos y todas juntos trabajemos para ganar las próximas elecciones.
En las últimas elecciones hemos tenido un mal resultado. Pero estoy seguro que hay mucha gente que está esperando que demos un paso adelante para darnos su apoyo.
Yo quiero un nuevo impulso que no olvide los valores fundacionales del socialismo. Que sea un nuevo peldaño que se suma a las grandes transformaciones de los gobiernos de Felipe González y Rodríguez Zapatero.
Un nuevo programa que nos dé coherencia y convicción para hacer frente a la nueva modernidad y sus nuevas injusticias.
Los socialistas sabemos sobreponernos a los reveses que nos ha prodigado la historia. Hemos aprendido a levantarnos después de cada caída. Lo hemos aprendido en las minas de Bizkaia y en las fábricas y barrios de toda España.
Sabemos que la realidad se cambia si tenemos voluntad y juntamos las manos.
Los socialistas vascos hemos oído lo que tenían que decir otros compañeros y compañeras. Aquí está nuestra propuesta. El Comité federal es el órgano que adopta las decisiones colectivas.
Yo anuncio que los socialistas vascos, en bloque y sin fisuras, apoyaremos y defenderemos con pasión y convicción lo que acordemos hoy aquí.
Quiero pedir a todos que hagan lo mismo.Al entrar hemos traído opiniones diferentes; al salir tendremos todos un mismo acuerdo.