Carlos Aguirrek 2009ko Aurrekonturako 550 milioiko murrizketa planteatu du defizitari aurre egiteko
"Enpresa proiektu bideragarri bat ere ez da bidean geratuko babes faltaren ondorioz"
Aguirre plantea un recorte del Presupuesto de 2009 para afrontar el déficit, que estima en 550 millones al cerrar el año Advierte de que el déficit persistirá después de superar la recesión y no tenderá al equilibrio hasta después del año 2013 VITORIA, 17 Jun. (EUROPA PRESS) - El consejero vasco de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, anunció hoy un recorte del Presupuesto de 2009, con el objetivo de afrontar el déficit previsto que, según apuntó, podría ascender a 550 millones de euros al finalizar este año. Aguirre presentó hoy ante la Comisión correspondiente de la Cámara vasca las líneas de actuación de su departamento a lo largo de la presente legislatura, en una comparecencia que duró tres horas y media, en la que recordó que, según el nuevo cuadro de previsiones, se puede cerrar el año con la pérdida de 30.000 empleos, "a expensas de cómo evolucionan los Expedientes de Regulación de Empleo". "Este descenso continuará con otros 15.000 en el próximo 2010, lo que representa que la tasa de paro superará el 10 por ciento", avanzó. Sin embargo, reconoció que hacer previsiones a medio plazo sobre el futuro de la economía es "especialmente difícil por las turbulencias, las rupturas de tendencias y la inestabilidad", aunque consideró que "la recesión podría extenderse hasta mediados de 2010 donde el crecimiento será muy lento y siempre por debajo del 2 por ciento, al menos hasta 2012". Para Aguirre, el Gobierno vasco se enfrenta a los retos de superar el actual momento económico, y adecuar el sistema productivo vasco al nuevo escenario de economías emergentes como China, India, Rusia o Brasil. POLITICA FISCAL El consejero de Hacienda recordó que la "muy buena" situación vivida hasta ahora posibilitaba que los remanentes de tesorería sirvieran para habilitar créditos a lo largo del año. Sin embargo, reconoció que "el pinchazo en la recaudación del final de año, el ajuste del presupuestode 2009 y las previsiones de cierre de recaudación de 2008, han colocado al presupuesto de 2009 en una situación difícil, y lo que es peor, complica de forma extrema el diseño del presupuesto de 2010". "Esta realidad presupuestaria compleja va a requerir la adopción de medidas extaordinarias en materia de financiación del presupuesto", anunció. Al respecto, avanzó que de acuerdo con el escenario actual "el déficit persistirá después de superar la recesión y no tenderá al equilibrio hasta después del año 2013". En concreto, explicó que la previsión indica que los ingresos corrientes en 2009 serán inferiores a los de 2008, con lo que "habrá un desajuste entre ingresos y gastos, y la generación de un déficit preocupante, situación que se reproduce en el conjunto de Administraciones públicas". El consejero explicó que a finales del año 2008 el remanente de tesorería contaba con 1.625 millones de euros, que el anterior Gobierno vasco utilizó en marzo para financiar los presupuestos de este año, lo que dejó un saldo de 382 millones. "La cuenta de remanente nos la han dejado temblando", lamentó. En este sentido, explicó que existe un "desfase de ingresos" de 500 millones de euros y de otros 435 millones procedentes de la reducción en la recaudación, que presenta una caída del 16,8 por ciento, que dan un déficit final 550 millones de euros, que es lo que el departamento intentará reducir del presupuesto a través de la reducción del gasto. Además, anunció la necesidad de proceder a un "recorte del presupuesto de 2009, para ajustar los gastos con unos ingresos que seguro van a ser menores", de forma que el presupuesto ajustado será el que se tome como referencia a la hora de elaborar el presupuesto de 2010. ENDEUDAMIENTO El titular de Hacienda explicó también que las necesidades de financiación del año 2010 y siguientes obligarán al Gobierno a apelar al endeudamiento, "circunstancia que es perfectamente asumible por nuestras finanzas públicas", ya que sólo tienen un 1,3 por ciento de deuda viva sobre el Producto Interior Bruto, "lo que permite al Gobierno que pueda endeudarse mucho para actuar como estabilizador en la economía", indicó. Además, apostó también por "romper la inercia del gasto público" y poner el énfasis en la eficacia y eficiencia del gasto". Al respecto, se comprometió a "iniciar un proceso de reflexión estratégica que, teniendo como base el año 2010, realice el diagnóstico que nos permita definir los objetivos y las prioridades de gasto, así como las actuaciones y las medidas a desarrollar en los próximos cuatro años". Agirre anunció que el próximo 7 de julio realizará la reasignación de las partidas presupuestarias internas del Gobierno, para establecer las líneas maestras del presupuesto de 2010. El consejero hizo referencia al Concierto Económico y manifestó el compromiso del Gobierno vasco de "defenderlo en todos y cada uno de sus artículos, tanto en lo relativo a las relaciones financieras como tributarias, incluida la garantía jurisdiccional de las normas forales de carácter fiscal". Por otro lado, destacó que al Gobierno vasco "no le va a sobrar ni un euro para reasignar hacia otras instituciones, sino que tendrá que rebajar determinados servicios y prestaciones para poder atender los servicios más necesarios económica y socialmente". Por ello, apostó por respetar lo acordado para el periodo 2007-2011 en la ley del Cupo y la Ley de Aportaciones. Aguirre hizo referencia también a los acuerdos establecidos en el seno del Consejo Vasco de Finanzas y avanzó que en el próximo mes de octubre se celebrará la reunión del Consejo donde se determinarán los aspectos financieros relativos a la previsión de cierre de la recaudación en 2009 y la prevista para 2010. En este sentido, consideró la reunión "vital" para definir el escenario de ingresos, ya que "el error en la previsión de recaudación en 2008 nos está llevando a una situación financiera muy preocupante". FUSION CAJAS Respecto a la fusión de las cajas, Aguirre reconoció que se ha vuelto al "punto de partida", tras a fallida fusión a dos entre la BBK y la Kutxa, y manifestó que la posición del Gobierno vasco en este asunto es la de "apoyar el proceso de fusión, facilitando que las cajas vascas consoliden su fortaleza y solvencia, pero sin forzar una situación que debe madurarse a nivel de los órganos de gestión de las cajas". Además, hizo referencia a la ronda de reuniones iniciada por el Gobierno para establecer convenios financieros para facilitar la liquidez de las empresas, para afirmar que el Ejecutivo "no va a eludir su responsabilidad", por lo que "pondrá en acción su capacidad financiera para conseguir que ningún proyecto empresarial viable se quede en el camino por falta de apoyo". Para ello, avanzó que utilizarán el Instituto vasco de Finanzas como instrumento de la política financiera y de crédito público, de forma que podrá adquirir la instrumentación y el control de la financiación destinada a la promoción o fomento, mediante toma de participaciones en su capital u otro tipo de financiación, de empresas no financieras.