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“ETA-ko presoekin PP-k lehen egin zuena baino ez dugu egiten”

EAJ-ri Madrilen “harrotasun gutxiagoz” jokatzeko eskatu dio, bestela agian Aldundietan “ezustekoren bat jaso dezakeelako"

José Antonio Pastor se prepara para disfrutar de unos días de descanso. Pasadas las vacaciones, le esperan unos meses complicados. Líder del grupo socialista en el Parlamento vasco, en otoño tendrá que enfrentarse a la negociación presupuestaria, quizá la parte más sencilla de su trabajo dado el apoyo del Partido Popular.

Porque, aunque él evita confirmarlo, todo hace indicar que será el candidato del PSE a diputado general de Vizcaya en las elecciones forales del año que viene. Se prevé una campaña intensa y una lucha fratricida con José Luis Bilbao. Pero, además, Pastor es el portavoz del PSE. Un cargo que le obliga a meterse en todas las trincheras y defender tanto al Gobierno de Patxi López como al de José Luis Rodríguez Zapatero, incluso en cuestiones tan polémicas como los beneficios penitenciarios a presos de ETA.

- ¿Es partidario de otorgar beneficios penitenciarios a los miembros de ETA?

- Me parece lo más normal del mundo. No entiendo que de la noche a la mañana se levante una falsa polémica. Lo único que se ha hecho es aplicar la estricta legalidad en materia penitenciaria. No hay ninguna medida que haya puesto en marcha el Ministerio del Interior que no esté contemplada por la legislación. Con los presos de ETA no se está haciendo nada diferente de lo que hizo antes el PP.

- Pues el PP parece no opinar lo mismo.

- Hay un cierto desconcierto entre los populares. Me consta que el PP está totalmente informado de los pasos que se están dando en este sentido. La postura del Gobierno central y del vasco es de absoluta firmeza. No es sano para la democracia que se intenten usar estas cuestiones en la pelea política.

- ¿Entiende la polémica creada por el caso de Idoia López Riaño?

- No estamos hablando de que se la esté sacando a la calle, sólo se la ha trasladado a Nanclares

- ¿No teme que las víctimas de ETA vuelvan a mostrar su malestar hacia el Gobierno?

- Este Gobierno, tanto el de Patxi López como el de José Luis Rodríguez Zapatero, ha tenido un cuidado exquisito en mantener una relación fluida e intensa con los colectivos de víctimas. Todas las asociaciones, sin excepción, han acudido a los actos organizados por este Gobierno. Y esa política de complicidad y transparencia se sigue manteniendo. Este Ejecutivo no está jugando a favorecer al mundo de ETA o a darle réditos políticos.

- ¿No es contradictorio que critiquen al PNV por entrevistarse con la izquierda abertzale después de que ustedes hiciesen lo mismo hace unos pocos años? ¿Cuál es la diferencia?

- En aquel momento había una expectativa real de que se iba a lograr la paz. Tampoco se trata de decir a nadie con quién debe reunirse, pero el PNV sí debería reflexionar porque la izquierda abertzale sólo busca un escaparate con fines electorales.

Romper dinámicas

- ¿Cree que el debate interno que hay en la izquierda radical dará resultados?

- Estamos tan escamados después de tantos intentos para poner en marcha un proceso de paz con resultados frustrantes que no soy demasiado optimista. Más que alimentar expectativas, hay que exigir hechos.

- ¿Podrá estar ese mundo en las próximas elecciones municipales?

- Es complicado saberlo, y dependerá de los jueces, pero creo que no.

- ¿Teme que lo intente a través de EA?

- No acabo de tener claro que ese sea su objetivo último.

- Desde el punto de vista político, acaba de cerrarse el primer periodo de sesiones de la legislatura en el Parlamento y el Gobierno vasco no ha remitido algunas de las leyes más importantes que tenía incluidas en su calendario legislativo. ¿Es un fracaso?

- Es un problema de ajuste de tiempos. Lo básico se mantiene. Sí es verdad que algunos temas tendrán un retraso de varios meses sobre lo previsto, pero no siempre por culpa del Gobierno. Por ejemplo, con la Ley Municipal se está intentando lograr el máximo consenso posible.

- ¿No cree que la sociedad vasca sigue dividida en dos bloques igual de impermeables que en la época de Ibarretxe?

- No se ha conseguido romper esa dinámica. La política del anterior Gobierno estaba focalizada en intentar vender la imagen de dos países, de dos tipos de comunidades enfrentadas. Nadie puede prentender que en 14 meses demos la vuelta a la situación.

- ¿El mayor peligro para el Gobierno de López es la debilidad de Zapatero en Madrid?

- No diría que es el mayor peligro; es un elemento de preocupación porque fuerza a una política de pactos con el PNV. Otra cosa es lo que pueda pasar con CiU en las elecciones catalanas. Más que la debilidad de Zapatero, nos preocupan las intenciones del PNV de tratar de aprovechar esa situación, no para sacar beneficios para la sociedad vasca, sino para debilitar al Gobierno vasco y al PSE. Pero bueno, tampoco vamos a dramatizar, supongo que es parte de su obligación como partido de la oposición en Euskadi.

- Su relación con el PNV empieza a ser de diván: son rivales encarnizados, pero al mismo tiempo se necesitan.

- Para empezar, ocultan cuidadosamente que están igual de necesitados en las diputaciones y que necesitan del apoyo presupuestario del PSE. Hay un problema de necesidad mutua, le guste o no al PNV. El PSOE necesita del PNV para aprobar sus cuentas públicas, pero el PNV también necesita al PSE para sacarlas adelante en las diputaciones. Sería bueno un poco menos de arrogancia por su parte en Madrid, no sea que se encuentre con una sorpresa aquí.

- Pero no es lo mismo. Las forales son el año que viene, mientras que Zapatero se vería obligado a adelantar las generales.

- Pero la situación presupuestaria o de deuda de las instituciones forales también es delicada y deben tomar medidas y hacer ajustes, y no se pueden poner en marcha con los Presupuestos prorrogados. La responsabilidad está en su tejado.

-¿Cuál cree que será el precio que exigirá a Zapatero para aprobar sus Presupuestos?

- No lo sé. Hubo casi una declaración de amor entre Erkoreka y Zapatero, pero luego esa actitud no se corresponde mucho con las enmiendas que presentó el PNV o con la respuesta que dio a los planteamientos socialistas, que fue maximalista.

- ¿Teme que les obligue, por ejemplo, a respetar la lista más votada en las elecciones forales y municipales de 2011?

- No hay ninguna propuesta concreta. El problema está en saber qué se quiere decir cuando se habla de la lista más votada. Ese fue un criterio que se barajó cuando se reformó la ley electoral por parte del PSE, del PP y del PNV, pero que al final no salió adelante. ¿Estaría dispuesto a aceptar el PNV que, como ocurrió hace tres años, si el PP es el partido más votado en Álava y el PSE en Guipúzcoa, gobiernen estos dos territorios?

Sin confrontación

- ¿Y en Vizcaya estaría usted dispuesto a permitir gobernar a José Luis Bilbao si es el más votado, a pesar de que el PSE y el PP pudiesen alcanzar una hipotética mayoría absoluta?

- Dependerá de los resultados electorales. En principio, desde el PSE únicamente se habla de pactos tras las elecciones

- ¿Qué margen de maniobra tiene el PSE o el Gobierno vasco para desobedecer a Ferraz o a Zapatero?

- No estamos en el escenario de tener que desobedecer; no estamos hablando de un partido enfrentado a otro. El PSE es una parte importantísima del PSOE. Se trata de armonizar los intereses, y eso se consigue con confianza y coordinación, que es lo que existe ahora. No estamos barajando ese escenario de confrontación.

- ¿Le inquieta que el PNV aparezca ante la opinión pública como el único partido que consigue beneficiar a Euskadi?

- Ese será su intento. No me parece mal que juegue un papel en la gobernabilidad de España y saque alguna rentabilidad política. Pero si quiere ningunear al Gobierno vasco, nos tendrá enfrente.

- ¿No es un fracaso la negociación de las transferencias?

- Hemos tenido que desbrozar todos los obstáculos que el Gobierno de Ibarretxe iba poniendo encima de la mesa: las reclamaba con la boca pequeña, pero luego no hacía nada para lograrlas porque le gustaba jugar en el victimismo. Ha habido que recomponer los consensos. Espero que la más importante de todas ellas, las políticas activas de empleo, sea una realidad tras el verano.

- ¿Cree que al PNV le pasará factura el caso de presunta corrupción en Álava?

- No es un caso aislado. Parece que en el propio seno del PNV en Álava ha provocado una cierta convulsión. La dirección peneuvista no ha actuado con la contundencia que se esperaba.

Beste berri batzuk...

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