Estos días de campaña electoral, en los que rosa a rosa, calle a calle, miramos a la cara a los ciudadanos y compartimos con ellos sus inquietudes y problemas, estamos percibiendo que existe ambiente de cambio. Percibimos que la gente está muy cansada de que desde el inicio de la democracia, el nacionalismo haya gobernado la Diputación de Gipuzkoa.

Percibimos que la gente desea cambio en Gipuzkoa. Un cambio sin frentismos ni trincheras, un cambio para unir a los guipuzcoanos y no para excluir a nadie. Yo creo que hoy por hoy, el Partido Socialista es la fuente y la fuerza del cambio tranquilo en Gipuzkoa.

La gente quiere soluciones a sus problemas reales, a los problemas del desempleo, de la vivienda, del transporte público, de la dependencia. La sociedad guipuzcoana no quiere permanecer atrapada ni atascada en el debate identitario que plantea el PNV de Gipuzkoa. Hace falta una cultura de la tolerancia y de la integración, que haga posible la coexistencia de los proyectos políticos y de la cooperación entre instituciones y entre ciudadanos.

Estos días, el dúo que forman Egibar y Olano, se está dedicando a criticar la gestión de los socialistas. Lo dice un Diputado General que ha colocado a Gipuzkoa en la cola de la recaudación fiscal en 2009 y 2010 a nivel de Euskadi. Lo dicen dos dirigentes del PNV, un partido que dejó maltrecha la imagen y la credibilidad de la Hacienda Foral de Gipuzkoa, institución medular del autogobierno vasco, y en esto me remito a las conclusiones de las dos Comisiones de Investigación abiertas en las Juntas Generales. Un Olano que ha dejado escapar a Bizkaia la sede de Tecnalia, y la del centro de investigación de Acerlor Mittal. Un Olano que en su legislatura se ha limitado a cortar en las inauguraciones cintas que otros tejieron. Un Diputado General que ha reducido en 2011 un 24,4 % el esfuerzo inversor de la Diputación. Un Olano que quiere abandonar a su suerte el Aeropuerto de Hondarribia. Esa es la gestión de Olano.

Los socialistas podemos decir con mucho orgullo que estamos liderando la Alta Velocidad en Gipuzkoa, el Puerto Exterior y la regeneración integral de Pasaialdea, la mejora del Aeropuerto de Hondarribia, el Metro de Donostialdea, la plataforma logística, Lezo-Gaintxurizketa, la revolución urbana de Irún, el Museo San Telmo, etc. Estos son proyectos liderados por los socialistas. Y son proyectos para crear empleo, para mejorar nuestro desarrollo y competitividad, para asegurar el bienestar de los Gipuzcoanos. Cuando quiera contrastamos gestiones.

Y hoy aquí yo quiero recordar la visita de Patxi López. El aquí hizo tres promesas que ya las está cumpliendo. Como recordareis se trataba del proyecto del gran paseo de Eibar fue una de las promesas que efectuó Patxi López en el periodo electoral si su partido lograba liderar el Gobierno Vasco. Una vez al frente de Ajuria Enea, el Ejecutivo se ha puesto a trabajar en este proyecto y en otros dos, de gran envergadura. El departamento de Sanidad va a poner en marcha un anteproyecto para dotar a Eibar de un hospital de mediana y larga estancia que complemente el actual servicio sanitario comarcal que se ofrece desde Mendaro.

No fue la única promesa de López. El tercer proyecto que se afronta es la construcción del Parque Tecnológico de Eibar, que en su primera fase acogerá la sede del centro de investigación Tekniker, respaldado también por el Gobierno de Madrid.

Yo también me he comprometido con esta comarca. Con el Bajo Deba, Debabarrena, Eibar. Y lo hice en su momento con luz y taquígrafos. Si soy Diputado General Tekniker contará con una nueva aportación de 2 millones a lo largo de la legislatura. Además, vengo denunciando la mala gestión y el poco compromiso de la Diputación con esta comarca y con Eibar. De hecho, como recordarán la comarca del Bajo Deba es la que menos recursos recibe de la Diputación.

Pues bien, aquí está mi palabra de que me comprometo por la generación de espacios públicos y mejorar la accesibilidad; así como la puesta en marcha de equipamientos. En definitiva, medidas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos de Eibar y del Bajo Deba.