"Onartezina da Euskadin amets bat izatea toki guztietan normala dena"
Lehendakariaren ustez, "EAJren zuzendari batzuen artean jarrera hobeak ikusten hasi dira"
Tomó posesión de su cargo de lehendakari con la Constitución y el Estatuto, con la ikurriña y la bandera española. Son símbolos del «sueño de normalidad» para el País Vasco que persigue el socialista Patxi López. Pero, no obstante, reconoce: "Tiene bemoles que la normalidad sea un sueño, pero es así". P.- ¿Cómo se siente uno cuando cumple un sueño, como ser el inquilino de Ajuria Enea? R.- Muy bien, pero éste no es un sueño individual mío sino colectivo y compartido por mucha gente que lo ha dado todo por Euskadi, por cambiar las cosas, por sustituir el conflicto por entendimiento, por buscar la paz con todas las herramientas y todas las consecuencias. Es el sueño de abrir un nuevo tiempo y de hacer normal en Euskadi lo que es normal en todas partes. Que la normalidad sea un sueño tiene bemoles, pero es así. P.– ¿Normalidad, por ejemplo, que venga un miembro del Gobierno de España y ondee la bandera española junto a la ikurriña, o que en su toma de posesión hayan estado las víctimas? R.– Han sido actos muy simbólicos. Que cuando el lehendakari toma posesión lo haga con la Constitución y con el Estatuto, que esté dispuesto a respetar la legalidad también con los símbolos, y que el Gobierno vasco pretenda tener unas buenas relaciones con el Gobierno de España es normal. Lo que pasa es que antes se buscaba el conflicto de manera artificial. Lo mejor de todo es que la sociedad vasca está asumiendo estos síntomas de normalidad con normalidad. P.– Pues la reacción del PNV no ha podido ser peor. Han llegado a decir que el hecho de que un socialista gobierne Euskadi es como si la chacha gobernara en una casa. R.– Todavía algunos se creen que son los únicos vascos y los únicos merecedores de gobernar este país. Pero es lógico que, después de 30 años de estar en el poder, verse ahora en la posición les haga tener una mala digestión. Yo sólo espero que esta mala digestión se les pase cuanto antes y voy a tener la mano tendida siempre para llegar a acuerdos con ellos. Además, creo que empieza a haber brotes verdes en algunos dirigentes del PNV que están ya modulando esas posiciones. P.– Eso dígaselo a Zapatero, que se ha quedado más solo que la una en el Congreso. ¡Menudo reto! R.– Zapatero entendió desde el primer momento que Euskadi necesitaba un proyecto en positivo desde el Gobierno de España. Fue capaz de arriesgar como nadie en un proceso para conseguir la paz y la libertad en este país, y ahora ha vuelto a arriesgar para que se produjera el cambio y se abriera un nuevo tiempo. Esa respuesta está por encima de las dificultades que, efectivamente, se han generado en el Congreso al perder uno de sus socios. P.– Sin embargo, a usted ya se le acusa de estar al dictado de La Moncloa y a las órdenes de Ferraz… R.– Nosotros hemos venido a este gobierno a defender los intereses de Euskadi, no a estar a las órdenes de nadie. Lo que no vamos a hacer es buscar el conflicto artificial con Madrid o con el Gobierno de España para luego venir aquí y reafirmar Euskadi, frente a España. Vamos a buscar la colaboración, la complicidad, el acuerdo y el pacto, porque el conflicto entre Moncloa y Ajuria Enea no beneficia ni a los vascos ni a los españoles. Algunos se reafirmaban en el conflicto y yo me quiero reafirmar en la colaboración. P.– Antes de ganar las elecciones le pregunté si venía dispuesto a levantar alfombras y abrir ventanas. ¿Lo ha hecho ya? ¿Y qué se ha encontrado? R.– Hemos abierto ventanas, y estamos levantando alfombras. Pero no para pasar facturas o cobrar revanchas. Estamos investigando algunos casos puntuales, porque no vamos a consentir ningún tipo de ilegalidad. P.– ¿A qué se refiere? ¿Han descubierto alguna actuación ilegal del PNV? R.– Ya se verá. Nosotros venimos con humildad pero actuaremos con transparencia, porque cuando uno maneja recursos públicos, las cuentas tienen que ser claras, las manos limpias y los bolsillos de cristal. Vamos a fiscalizar permanentemente las cuentas del gobierno, porque cuando uno maneja recursos públicos, éstos son sagrados. P.– ¿Entre los asuntos oscuros que han encontrado está ese complot de altos mandos de la Ertzaintza para ponerle a usted dificultades y pasarle información al PNV? R.– Tenemos una confianza absoluta en los profesionales de la Ertzaintza. Igual hay algún mando político que haya puesto la proa a este gobierno, pero esa información que usted dice no nos consta. Lo que sí hemos hecho es sustituir la dirección política por profesionales de la Ertzaintza. Vamos a dar a la Ertzaintza todos los medios que se necesiten, sin dar consignas políticas y buscando la máxima cooperación y coordinación con el resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. P.– ¿Está diciendo que a partir de ahora empezarán, ¡por fin!, a detener etarras? R.– La mejor seguridad, incluso para los propios ertzainas, que también son objetivo de los terroristas, es detener cuantos más etarras mejor. Y estoy seguro de que lo van a hacer. P.– Otro tema complicado es el acuerdo suscrito con el PP vasco. ¿No es esquizofrénico gobernar aquí con ellos y tenerles como adversarios en el resto de España? R.– Es verdad que fuera de Euskadi alguien puede no entenderlo. Pero con el PP del País Vasco podemos compartir cosas aunque otras nos diferencian. Yo me fío de Basagoiti, y tenemos que ir demostrando que esa confianza no es ciega, sino que se asienta. Hemos suscrito un acuerdo de bases para el cambio político en Euskadi, que recoge principios básicos de respeto a la legalidad, de utilizar el autogobierno para resolver problemas, para buscar el entendimiento también con otros, que no es exclusivo y excluyente. P.– ¿Qué le ha parecido que el Constitucional haya desoído al Supremo y permitido que se presente la lista de IISP para la que Otegi ha pedido el voto? R.– Pues lo mismo, que uno tiene que acatar todas las sentencias, te gusten más o menos: la Policía, la Fiscalía y la Abogacía del Estado han hecho todo lo posible para mostrar la relación entre esta lista y el mundo del abertzalismo radical que da cobertura a ETA, pero parece que el Constitucional ha decidido que no había suficientes datos. Ellos sabrán. P.– ¿Y qué pasa con el modelo educativo? Porque los nacionalistas hicieron del euskera una bandera… R.– Lo primero que hay que hacer es despolitizar el euskera. El euskera es nuestro mejor patrimonio y lo queremos preservar y potenciar, pero sin imposiciones que únicamente generan rechazos. Nuestro modelo para la educación en Euskadi es trilingüe, tendrá como lenguas vehiculares el euskera y el castellano, y permitirá a los padres elegir el idioma sin abandonar de ninguna manera la otra lengua. No vamos a destinar menos recursos al euskera, lo vamos a gastar bien. Vamos a hacer que la ETB no genere rechazo como hasta ahora y que quien quiera dirigirse a la Administración en euskera sea respondido en euskara, pero no llegando al extremo de que un cirujano sea más valorado por su conocimiento del euskara que por su el currículo profesional, y luego, cuando necesitas anestesistas tienes que ir a buscarlos a Argentina, como ha ocurrido.