Juan Priede era un concejal socialista de Orio. Un aitona, de 69 años, que convencido de su compromiso con las ideas socialistas decidió ser la voz del PSE-EE en este ayuntamiento. Era el único concejal socialista, fue edil de ese ayuntamiento en varias ocasiones. Estaba jubilado, era un hombre afable, encantador, agradable.

Fue un ejemplo de socialista, que defendía las ideas progresistas y de izquierdas. Era un hombre que podría haber vivido tranquilamente con su familia en la jubilación y, aun así, con todos los riesgos y problemas que tenía ser concejal socialista en Gipuzkoa, asumió también esa responsabilidad.

Juan Priede, Froilán Elespe, Juan Mari Jauregui, Joseba Pagazaurtundua, Enrique Casas, Fernando Múgica son héroes anónimos de este país. Socialistas que se dedicaron a mejorar la vida de sus conciudadanos. Que por dignidad, obligación y compromiso con las ideas socialistas trabajaron por Euskadi, por la paz y la convivencia, como hacen ahora otros cargos públicos, militantes y simpatizantes del PSE.

Quiero hacer un sincero reconocimiento a su lucha por la libertad, a esa labor callada, pero intensa realizada en los ayuntamientos de Gipuzkoa, en muchas ocasiones en un clima de coacción y de amenaza. Hoy, que parece que vivimos tiempos de esperanza, insisto en la necesidad de reivindicar la memoria. Cualquier acto de reconocimiento a las víctimas es importante porque el valor de la memoria es la garantía última para recordarlas.

Los socialistas guipuzcoanos tenemos una apuesta, un deseo. Queremos una Gipuzkoa plural y sin embargo unida. Unida en valores de paz, de libertad, de tolerancia, de concordia, de respeto a las opiniones de los demás. Rasgos todos ellos que definen un proyecto de convivencia y unidad.