La Ejecutiva de PSE-EE manifiesta su apoyo a la dirección de EiTB y exige al PNV que acabe con su campaña de acoso porque EiTB es demasiado importante como para que se vea inmersa en polémicas partidistas.

Del mismo modo, los Socialistas Vascos consideran que el PNV debe aceptar ya que la Radio Televisión Pública Vasca no es de su propiedad y que debe permitir a los profesionales del ente y a su dirección que trabajen con total libertad.

PSE-EE lamenta que los nacionalistas pretendan acallar a la dirección de EiTB cuando ésta precisamente señala con claridad cuáles son los problemas de gestión que se encuentra en el día a día.

Asimismo, el Partido Socialista quiere recordar que el director de ETB ha dicho con nitidez que existe una interferencia política clara desde el exterior y unas inercias de funcionamiento generadas en 25 años de dirección nacionalista.

Para la Ejecutiva Socialista, únicamente el diagnóstico preciso permite tomar las medidas adecuadas. Por ello, agradecemos la claridad, para poder contribuir desde los órganos correspondientes -Consejo de Administración y Comisión de Control del Parlamento Vasco- a consolidar una radiotelevisión pública plural, moderna, competitiva y de calidad.

La dirección de PSE-EE considera que el PNV debe aceptar de una vez que no corresponde a los partidos decidir los contenidos de los informativos porque a los políticos nos toca ayudar al modelo público, no dirigirlo. La dirección corresponde a quienes han sido nombrados por quien fue elegido por mayoría del Parlamento vasco.

Además, los Socialistas Vascos denuncian que se haya buscado la excusa de una información concreta, referida a un asunto en el que parece que el PNV no se siente muy cómodo, como es su posición ambigua ante el Estatuto de Gernika, para desencadernar el enésimo ataque a EiTB.

Esa información concreta puede verse en la web del ente, y cada cual puede sacar sus conclusiones sobre qué reparos se le puede poner a esta noticia.

En todo caso, PSE-EE considera que todas estas polémicas responden al sentido patrimonialista que tiene el PNV, a su discurso excluyente y a no aceptar que no gobiernan desde hace año y medio y que no gestionan las empresas y sociedades públicas.