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PSE-EE-ren ustez, Bravo Kasuak erakutsi du euskal herritarren dirua ez dagoela seguru EAJ-ren eskuetan

Salatu du Urkulluk ez duela konturik eman eta ez dela ustelkeria galaraziko zuten proposamen alde agertu

La Ejecutiva del PSE-EE considera que la sentencia del llamado “caso Bravo” es una muestra más de que los vascos no pueden confiar en el PNV para gestionar el dinero de todos los ciudadanos, y recuerda que es uno más de los múltiples casos de corrupción y aprovechamiento del cargo en beneficio propio que se han destapado en los últimos tiempos.

Los socialistas vascos venimos denunciando la falsedad del modelo de gestión eficaz que ha pretendido vender el PNV. Al contrario, en cuanto el PNV deja de ocupar el poder en alguna institución, se destapan casos de corrupción, aprovechamiento de cargo público para lucro personal o simple negligencia en la gestión de los recursos públicos.

Sólo en la actual legislatura, el Parlamento vasco ha trabajado en dos comisiones de investigación, las conocidas como “Margüello” y “De Miguel”. En su origen, dos datos: todos los presuntos implicados tenían carnet del PNV o habían sido nombrados por este partido; y en ambos casos el PNV se opuso a la investigación parlamentaria. Estos trabajos se suman a los que en la anterior legislatura también hubo que poner en marcha, sobre la gestión del Guggenheim o la del Museo Balenciaga.

Si las comisiones de investigación nacieron con la oposición del PNV, sus conclusiones tampoco han sido respaldadas por este partido. Conclusiones que, además de determinar responsabilidades políticas, pretendían establecer mecanismos que impidieran que nadie más se aproveche en el futuro de un puesto público para beneficio personal.

La gestión del PNV se puede resumir así en un perfecto mapa de la corrupción, el clientelismo y la negligencia: el caso Bravo de Gipuzkoa, el caso Ibarra en Bizkaia, el caso De Miguel en Álava. Apellidos de militantes y cargos del PNV se convierten en sinónimo de lo que ese partido ofrece a los vascos a lo largo y ancho de la geografía de Euskadi.

Con todo ello, a pesar de la evidencia,  no le hemos oido nada al candidato del PNV para aportar transparencia y mejorar la eficiencia de las administraciones,. Le hemos escuchado proponer iniciativas sobre instituciones en las que no están, como el Senado o las delegaciones del Gobierno. Pero ni una sola palabra para que el dinero que los vascos aportamos a instituciones donde ellos gobiernan se utilice con eficacia.. Y ni una sola palabra de reproche o exigencia pública de responsabilidades a sus cargos.

Los vascos no podemos confiar en un candidato y un partido que no se ha ocupado de vigilar la gestión de los impuestos de todos y que ha escondido la cabeza cuando los casos de corruptelas y clientelismos han salido a la luz. El candidato del PNV puede reunir a su equipo económico para calcular cuánto dinero de los vascos se han ido por el sumidero durante los años que ellos han gestionado alguna institución.

Beste berri batzuk...

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