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Clausura Jornada "Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda". Patxi López

Arratsalde on guztioi. Buenas tardes a todas y a todos:

Seré muy breve, porque me corresponde clausurar estas jornadas sobre ordenación del territorio, vivienda y urbanismo y después de todo un día de trabajo, no es tiempo de grandes discursos, sino de reflexionar sobre todo lo que se ha dicho, extraer conclusiones y sumarlas a nuestra oferta para hacerla más completa y realista.

Pero quiero, en primer lugar, dar las gracias por su trabajo y sus esfuerzos a todos los que han hecho posible este encuentro y a todos los que habéis participado, en el día de hoy, con la voluntad de enriquecer el proyecto y las propuestas con las que los Socialistas Vascos queremos presentarnos ante la ciudadanía de este país para decir que hay otra forma de hacer las cosas, otra forma de encarar los problemas y que se puede hacer más y mejor de lo que se ha hecho hasta ahora, porque tenemos los recursos y los instrumentos necesarios para hacerlo.

Que es hora de dejar atrás los debates identitarios que nos han paralizado durante demasiado tiempo, para dar paso a la Euskadi real, a la que tiene problemas y, por lo tanto, necesita de un Gobierno que aporte soluciones y respuestas. A esa Euskadi que busca el acuerdo para definir salidas y abandona la confrontación permanente que nos lleva inevitablemente a callejones sin salida.

Y eso hemos hecho hoy aquí. Reconocer la realidad para aportar soluciones y respuestas, para proponer salidas y para apostar por el diálogo y el acuerdo como la mejor fórmula para dar solidez, rigor y confianza a la acción pública.

Y nos hemos dedicado a las cosas que de verdad importan en este país.

Porque, dejando al margen nuestro principal problema, la persistencia del terrorismo, la dificultad para acceder a una primera vivienda es, junto con el empleo, la primera preocupación de nuestra sociedad y, muy particularmente, de nuestra juventud.

A 31 de Diciembre de 2007, (último dato disponible), más de 145.000 vascos y vascas tenían necesidad de acceder a una vivienda o de cambiar la suya por no ser adecuada a sus necesidades.

La demanda de vivienda a precios asequibles ha crecido año tras año por encima de la oferta. La vivienda libre es una de las más caras de España y el alquiler es escaso y a precios tan elevados que alejan de esa posibilidad de alquiler a la gran mayoría de los demandantes.

Por otra parte, el Plan de Vivienda 2006-2009 del Gobierno Vasco, que preveía la puesta en el mercado de 27.000 nuevas viviendas en cuatro años y destinar al alquiler el 31% de las viviendas protegidas, no ha cumplido ni siquiera sus propios objetivos, que ya eran de por sí insuficientes.

La construcción de Vivienda de Protección Pública (VPP) se mantiene básicamente por la aportación de los Ayuntamientos, porque, como digo, las promovidas por el Gobierno Vasco distan mucho de alcanzar sus propias previsiones. Y la promoción de VPP en alquiler no alcanza el 25% del total, es decir, también bastante por debajo de los compromisos del Plan.

Pero es que el Gobierno (incapaz de ponerse de acuerdo entre sus socios) tampoco ha cumplido el compromiso de enviar al Parlamento, en esta legislatura, la Ley de Vivienda. Y la de Suelo, que ha necesitado dos legislaturas para llegar a la Cámara, al final se aprobó gracias al esfuerzo y a la implicación de los Socialistas, que conseguimos reformular y pactar el proyecto en clave municipalista y progresista.

A la vista de todos estos datos, somos conscientes de que solucionar, aunque sea en parte, el problema de la vivienda va a requerir un enorme esfuerzo en los próximos años. Y no va a ser tarea fácil, porque habrá que arbitrar soluciones en un período de crisis económica, marcada por una crisis financiera global que, en el conjunto de España, se ha agravado por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

Es cierto, y éste es un dato positivo, que la repercusión de la crisis inmobiliaria en Euskadi ha sido menor. En primer lugar, porque la construcción no tiene ni ha tenido en la economía vasca el peso que llegó a alcanzar en otras zonas de España. Y, en segundo lugar, porque tampoco se han producido aquí los desarrollos especulativos vividos en otros lugares y, por el contrario, el porcentaje de vivienda protegida es comparativamente más elevado. Algo que no es fruto de la casualidad, sino de la llamada ‘Ley Maturana’, que introdujo las reservas de suelo para la construcción de vivienda protegida y de la que Madrazo ha colgado gran parte de su pobre gestión.

Y no es la única aportación de los Socialistas. Ahí están las iniciativas del Ayuntamiento de San Sebastián para construir apartamentos para jóvenes y mayores en suelos dotacionales, y el programa de salida al alquiler de vivienda vacía (mucho más eficiente que el programa Bizigune del Gobierno Vasco). Políticas innovadoras que, por su eficacia, hay que mantener, profundizar y extender al conjunto de Euskadi.

Ahí está también el Pacto sobre Suelo y Vivienda que existe en Vitoria-Gasteiz desde 1999. Un pacto impulsado por los Socialistas desde la oposición y liderado hoy por Patxi Lazcoz desde la Alcaldía. Un pacto apoyado por todos los grupos municipales, que cuenta también con el acuerdo de promotores y constructores, y cuyos frutos están a la vista.

De hecho hoy, más de la mitad de las viviendas de VPP en Euskadi se construyen en Vitoria. La necesidad de vivienda retrocede año tras año; y, a pesar de la crisis económica, la construcción de vivienda protegida se mantiene y con ella el empleo. Y este Pacto tiene dos principios: liderazgo público y colaboración público-privada. Principios que los Socialistas queremos extender al conjunto de nuestras políticas de suelo y vivienda para Euskadi.

No es, por lo tanto, ninguna casualidad que esta Jornada sobre Vivienda y Urbanismo la estemos celebrando en Vitoria. Porque Vitoria, como San Sebastián, como Barakaldo, y como otros municipios gobernados por Alcaldes y Alcaldesas Socialistas, son la prueba evidente de que, en política de Vivienda, hay un modelo alternativo, más ambicioso, más eficaz y capaz de dar soluciones a este gran problema que tenemos en Euskadi.

Y repito, en parte, ese modelo que los Socialistas Vascos hemos puesto en marcha en los Ayuntamientos en los que tenemos la responsabilidad de gobernar, es el que queremos trasladar al conjunto de Euskadi porque es un modelo que ha dado resultados.

Yo, desde el Gobierno, convocaré a todas las Administraciones Públicas, agentes sociales y entidades financieras para negociar y acordar un gran Pacto de Suelo y de Vivienda que incremente los objetivos y coordine los esfuerzos para garantizar el derecho a una vivienda digna del conjunto de los ciudadanos.

Necesitamos un Plan de choque y lo vamos a poner en marcha, pero tenemos muy claro que el instrumento capital para llevar adelante una política de vivienda con objetivos mucho más ambiciosos es el pacto con todos los agentes implicados: públicos y privados, porque eso es lo que garantizará su viabilidad y efectividad.

Y lo decía al principio, podemos y debemos hacer mucho más en esta materia:

-Podemos y debemos aumentar el esfuerzo en la construcción de Vivienda de Protección Pública. Y por ello, iniciaremos la construcción 40.000 nuevas viviendas en los próximos cuatro años, que formarán parte de un Plan para construir 100.000 en un plazo de 10 años.

-Podemos y debemos apostar por el alquiler como prioridad en la vivienda protegida. Y para ello, proponemos la creación de un importante parque público de viviendas de alquiler; desarrollar complementariamente políticas para incrementar esta modalidad de vivienda y movilizar hacia el alquiler las viviendas vacías.

-Podemos y debemos hacer posible que el 40% del total de VPP y de los alojamientos dotacionales se promocionen y oferten en alquiler. Y propondremos, en coordinación con las Haciendas Forales, un paquete de medidas y de incentivos fiscales para las empresas o fondos inmobiliarios que promuevan y construyan esta modalidad de vivienda.

-Podemos y debemos modificar el programa de vivienda vacía en alquiler, con el objetivo de sacar al mercado 8.000 viviendas en los próximos cuatro años, con un alquiler medio inferior, al menos, en un 20% al del mercado libre.

-Podemos y debemos dedicar más recursos públicos a las políticas de Vivienda. Para ello, vamos a duplicar la dotación presupuestaria en esta materia.

-Podemos y debemos dinamizar la actividad constructora en tiempo de crisis a través de un plan extraordinario con dos líneas:

1) La creación de un fondo de garantía, con plazo temporal. Para, por un lado, garantizar la compra de terrenos y la construcción de VPP y, por otro, para reducir el riesgo de las entidades financieras en las hipotecas que concedan a los compradores, facilitando así el acceso al crédito de estos últimos.

Se trata, por lo tanto, de dinamizar y reactivar un sector que en la actualidad se encuentra prácticamente paralizado por la falta de liquidez y de demanda.

2) La creación de un fondo para la transformación de terrenos con usos para dotaciones de equipamientos en residencias de alquiler. Se trata de crear un instrumento financiero con el apoyo de Ayuntamientos, Gobierno Vasco y Cajas de Ahorro cuyo objetivo sea construir viviendas de bajo coste, de propiedad municipal, para su posterior alquiler a personas jóvenes o con escasos recursos, a las que les sea imposible acceder de otra forma a una vivienda digna.

-Podemos y debemos aprobar y remitir al Parlamento Vasco, en el comienzo mismo de la próxima legislatura, dos leyes fundamentales para impulsar el acceso a la vivienda: la Ley del Derecho a la Vivienda y la Ley Municipal, imprescindible, ésta última, para que nuestros Ayuntamientos puedan implicarse en estas políticas con plena capacidad y con recursos y competencias suficientes.

Podemos y debemos hacer de la Vivienda un gran objetivo de país, capaz de movilizar al conjunto de la sociedad vasca. Y para ello necesitamos corregir el rumbo y actuar en coordinación con todos los agentes que intervienen en la construcción y gestión de viviendas: gobierno, diputaciones y ayuntamientos por el sector público; y promotores, constructores y entidades financieras por el privado.

Una tarea común que los Socialistas estamos dispuestos a dinamizar para que los próximos cuatro años sean la legislatura de la Vivienda y para que la juventud pueda desarrollar aquí su proyecto de vida, con autonomía y con libertad.

No hay mejor objetivo que proveer de una vivienda digna a nuestros ciudadanos porque eso garantizará que erradican aquí su futuro. Y este país necesita a todos.

Gracias por hacerlo posible.

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