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Celaá: "Heziberri 2020 es un fraude a la sociedad vasca"

Isabel Celaá, en una imagen de archivo. [Foto: Socialistas Vascos]
Isabel Celaá, en una imagen de archivo. [Foto: Socialistas Vascos]

Euskal Sozialistentzat Hezkuntza Sailak Heziberri 2020 izenburupean aurkeztu berri duen curriculum proiektua onartezina da.

  • Heziberrik porrot egiten du bere funtsezko helburuan: LOMCEri aurre egitea Euskadin. Gauza bat esan zuten eta kontrakoa egin dute.
  • Proposatzen duen egitura kurrikularraren antolaketa berria ez da beharrezkoa, oso konplexua da eta inon kontrastatu gabea.
  • Euskal kurrikulum orokorra ezin da ikastolen kurrikuluma izan.
  • Proposatzen den kurrikuma aurrera eramateko ez dago material didaktikorik.
  • Ez dio euskal hezkuntzak duen erronka nagusienetako bati irtenbide egokirik ematen, hau da, ez du hirueletasunaren generalizazioa proposatzen, ikastetxe guztientzat eta ikasle guztientzat.

Heziberri 2020 es un fraude a la sociedad vasca. Fue presentado como la vía vasca para hacer frente a la ley Wert y termina convertido en el decreto de desarrollo de la LOMCE, en el modo en que la LOMCE va a ser aplicada en Euskadi, es decir, justo en lo contrario para lo que en teoría fue concebido. Así el proyecto de currículo para la Educación Básica presentado por el Departamento de Educación recoge la mayor parte de los aspectos más negativos de la LOMCE, como son: la distribución recentralizadora de las competencias curriculares, la separación temprana del alumnado en diferentes itinerarios educativos, la doble titulación al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria, o las reválidas al final de cada etapa educativa.

En segundo lugar, Heziberri 2020 cambia la concepción curricular actual, que tan buenos resultados nos está dando en la educación vasca por una nueva organización – no testada -, no experimentada y que nos aleja de la UE, instalándonos en terreno de nadie.

La propuesta curricular presentada es extremadamente compleja, poco factible y poco útil. Se aleja de todas las recomendaciones europeas (Recomendación Sobre las Competencias Básicas de la U.E.) e internacionales en materia de educación y lo que es más grave no se sustenta sobre ninguna experiencia positiva en algún sistema educativo de países de nuestro entorno y de nuestras características, con lo que perdemos referentes comunes y grandes oportunidades de aprender y compartir.

Rompemos con todo el esfuerzo que hemos realizado hasta el momento en el desarrollo del enfoque común europeo por competencias en materiales, orientaciones, procesos de formación, evaluaciones….

Rompemos con la continuidad de una política educativa basada en consensos compartidos desde la LOGSE. Los centros y todo el sistema educativo vasco se verán obligados a empezar de nuevo.

En tercer lugar, no parece necesario un cambio tan profundo cuando nuestros datos e indicadores son muy positivos como sistema.

Hemos alcanzado una política de consenso y continuidad en relación a las características básicas de la educación vasca. La crítica que desde el País Vasco se ha hecho a la LOMCE es que pretende responder a problemas que el sistema educativo no tiene (bajos resultados, alto abandono escolar, formación profesional deficiente. Los cambios en educación son lentos y requieren consistencia y coherencia, por eso no entendemos este cambio brusco para todo el sistema y sin datos que demuestren su necesidad su consistencia y su validez (todo lo contrario del proceso de experimentación del MET).

No procede un cambio curricular tan profundo, y menos cuando resulta evidente que la solución definitiva a esta regresión educativa que supone la LOMCE se encuentra en mantener firme el acuerdo de todos los grupos parlamentarios de la oposición de proceder a su derogación en cuanto las nuevas mayorías del Congreso de Diputados lo permitan, es decir, en un plazo de un año como máximo.

Si este es el horizonte temporal en el que nos movemos resulta inexplicable que se pretenda ahora realizar un replanteamiento general de la estructura curricular de nuestra educación, que nadie, salvo un sector respetable pero minoritario de la educación vasca, demanda. Nadie lo considera como elemento clave para la mejora educativa, menos aún cuando los centros educativos están  todavía empezando a asimilar la “filosofía” del currículo en vigor. Es sabido que los cambios educativos prácticos y reales avanzan a un ritmo relativamente pausado y es la realidad y no el papel lo que verdaderamente nos debe preocupar y sobre lo que debemos incidir. Se dice que el papel lo aguanta todo, pero es una irresponsabilidad introducir nuevos cambios sin ninguna necesidad.

En cuarto lugar, la propuesta curricular extiende al sistema en su conjunto, el modelo por el que ha optado sólo una parte de la red escolar de la Comunidad Autónoma, las Ikastolas, sin justificar las razones para ello.

Se impone la denominada Pedagogía De La Integración, sin justificar ni aportar experiencias llevadas a cabo en otros países europeos con mejores resultados que los nuestros que pudieran avalar y justificar la complejidad y este viraje brusco.

Si analizamos el currículo de las personas de la Universidad de Lovaina que han asesorado el proceso, nos encontramos con que es su asesoramiento a las Ikastolas el único que han llevado a cabo en un país europeo, centrándose gran parte de su trabajo en países como África francófona, Marruecos, Angola, Cabo Verde, Guatemala y Mozambique. En toda la bibliografía consultada sobre esta propuesta pedagógica, no consta ningún dato de que se haya implantado en ningún país europeo, ni siquiera en Bélgica.

La educación vasca no es un monocultivo. Dentro de una misma propuesta curricular deben poder convivir diferentes metodologías y formas de trabajo educativas. La pedagogía de la integración por la que apuesta la dirección de las ikastolas es una de ellas, pero no la única. Ahora mismo hay muchos centros que, de forma individual o asociada, están trabajando en diferentes propuestas metodológicas todas ellas dentro del currículo vigente: el proyecto Amara Berri, las Comunidades de Aprendizaje, Montessori etc. Todas ellas de forma exitosa. Debe ser cada centro quien apueste por aquella que mejor le sirva para sus características particulares y mejor ayude a lograr los fines educativos que tenga establecidos.

La parte no puede ser el todo. La biodiversidad educativa es necesaria y enriquecedora. El currículum vasco común a todos los centros no puede ser el currículum de las ikastolas.

No parece aceptable que, en consecuencia, porque un conjunto de centros haya optado por este modelo, se quiera imponer esta propuesta pedagógica a todo el sistema, salvo que haya otras razones.

Y lo que es más preocupante: no existen materiales, hoy, para abordar este cambio curricular. Además, la apuesta por un único modelo de desarrollo de las competencias supone una enorme dificultad para que los centros puedan disponer de diversidad de materiales elaborados por las diferentes editoriales. La coincidencia del modelo por el que ha optado el Departamento con el desarrollado por una editorial concreta generauna preocupación añadida.

Uno de nuestros principales retos educativos es el avance hacia una educación trilingüe: asentar y mejorar el euskera y el castellano y producir un progreso sustancial en el conocimiento de una lengua extranjera, principalmente el inglés.

El proyecto curricular presentado es francamente decepcionante en esta materia. Se limita a afirmar que los centros “podrán” impartir alguna materia en lengua extranjera. Es decir unos lo harán y otros no. Laissez faire, laissez passer. Unos mejorarán sustancialmente su inglés y otros no. No es difícil adivinar quienes. Los resultados de la primera convocatoria sobre trilingüísmo realizada por este Departamento desgraciadamente nos lo apuntan: 192 centros privados concertados por 82 centros públicos, que son los que están directamente gestionados por el Departamento de Educación.

La brecha lingüística en educación se abre. El inglés no es para todos y todas, solo llegará, según esta propuesta curricular, a determinados centros y a determinados sectores sociales. Se habla mucho de inclusión y de equidad, pero con este planteamiento, de facto, se está apostando por la inequidad y la injusticia social.

Es necesario abordar lo que ya estaba previsto en la anterior legislatura: un plan de universalización de trilingüísmo, que  a partir del nivel educativo que se determine (puede ser 4º de Educación Primaria) proceda a una generalización progresiva del trilingüísmo para  todos los centros y todo el alumnado.

No se menciona, tampoco, el principio de libre elección lingüística lo que junto a afirmaciones poco afortunadas como la consideración del euskera como eje del sistema pueden dar pie a interpretaciones impositivas en materia lingüística.

No se justifica la ordenación de la Educación Primaria en dos ciclos y no en tres como hasta ahora. Nadie ha demandado tal cambio, aunque quizá se haga para amoldarse a la  LOMCE, incluso en asuntos que no son de obligado cumplimiento, haciendo coincidir el final del nuevo primer ciclo con la evaluación general individualizada que prevé la LOMCE en 3º de Primaria.

Tampoco se entienden las modificaciones de las Evaluaciones Diagnósticas, que entre otras cuestiones acarrean la imposibilidad de continuar con el referente histórico para poder comparar y ajustar las valoraciones.

¿Por qué no seguir con nuestra estructura propia de ciclos y de Evaluaciones Diagnósticas y sus consiguientes Planes de Mejora?

Con la propuesta curricular realizada habrá dos Evaluaciones Diagnósticas en Primaria y ninguna en Secundaria. No tiene ningún sentido.

El Capítulo IV dedicado a la autonomía de centros es extremadamente confuso. Pretende englobar conjuntamente a los centros públicos y a los privados concertados con escaso éxito, dada su diferente naturaleza jurídica. No aporta grandes avances, aunque lo cierto es que se incrementan notoriamente as tareas burocráticas de los centros. Por otro lado se pueden abrir vías de subvención complementaria de los centros privados, más allá del módulo de concierto.  Hasta el momento siempre que se ha hablado de contratos programa con los centros se ha considerado en el ámbito de los centros públicos.

En definitiva, para los socialistas vascos este proyecto curricular altamente inadecuado, necesita una reformulación profunda, diríamos que una enmienda a la totalidad.

Básicamente porque:

Fracasa totalmente en su principal objetivo de hacer frente a la LOMCE en Euskadi.

Propone una nueva reorganización de la estructura curricular, innecesaria, compleja y no contrastada.

No aborda uno de los principales retos de la educación vasca: la generalización del trilingüismo a todos los centros y a todo el alumnado.

Por todas estas razones, solicitamos al Departamento De Educación, Política Lingüística y Cultura, que retire esta propuesta.

En todo caso y de querer avanzar, hacia otro modelo distinto al que tenemos habrá de iniciar un proceso experimental que nos permita contar con datos basados en análisis científicos sin someter al conjunto del sistema a riesgos innecesarios

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