VITORIA

El portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, advirtió hoy al PNV que su partido "no va a admitir que quienes han creado la actual situación financiera del Gobierno vasco tengan encima la cara de pedir cuentas a quienes se están haciendo cargo de la herencia recibida". "No vamos a permitir que quienes ocultaron la gravedad de la crisis por motivos electorales acusen de mentir al Gobierno", indicó.

En rueda de prensa celebrada en el Parlamento vasco, Pastor realizó estas declaraciones junto a la parlamentaria socialista Susana Corcuera, quien realizó un análisis de los trabajos realizados para sacar adelante la Ley Municipal.

Para el portavoz del grupo parlamentario del PSE, "parece que al PNV no le ha sentado bien que, por primera vez en 30 años, haya un Gobierno de izquierdas que se preocupa de lo que ocurre a la gente en su vida diaria, y no de símbolos, banderas, sentimientos u obsesiones identitarias que nos dividan y nos distraigan de nuestros verdaderos problemas".

Además, afirmó que el PNV está "desorientado" y es "incapaz de presentar alternativas creíbles a la ciudadanía". "No sabe lo que quiere porque anda sumido en una crisis de liderazgo cada vez más evidente", insistió.

Pastor defendió la acción del Gobierno vasco y "su compromiso con el desarrollo económico y social a los que está dedicando los recursos públicos, y no a viajes propagandísticos y otros gastos superfluos, como se hacía con otros Gobiernos".

CÁLCULOS ERRÓNEOS

En este sentido, consideró el "colmo del cinismo" que sean ahora quienes hicieron cálculos erróneos sobre la base de que en Euskadi no iba a haber recesión, los que arremetan contra quienes dicen la verdad". "No vamos a permitir que quienes ocultaron la gravedad de la crisis por motivos electorales, acusen de mentir al Gobierno que empezó su mandato diciendo la verdad al país sobre el estado real de su situación económica", advirtió.

Pastor recordó que la caída de la recaudación del año pasado fue de un 15,9 por ciento respecto al anterior año y de un 20 por ciento sobre lo previsto en los presupuestos, por lo que insistió en que no admitirá que "quienes hacían las cuentas del Gran Capitán y auguraban para finales de 2009 un superávit de 500 millones de euros, pidan cuentas a quienes se ajustan a la realidad, para hablar de un déficit de 2.594 millones de euros".

"No vamos a admitir que quienes han creado esta situación tengan encima la cara de pedir cuentas a quienes se están haciendo cargo de la herencia recibida", reiteró.

Al respecto, aclaró que el recurso a la solicitud del crédito puente para hacer frente a pagos inaplazables, "no es nada inhabitual" sino "un problema puntual" porque "la Tesorería se compensará durante el año, cuando se ejecute en endeudamiento y la Diputaciones hagan los seis pagos que realizan a lo largo del ejercicio".

Por tanto, afirmó que "ninguna de las medidas previstas en los actuales presupuestos corren peligro" y defendió que el Gobierno "no va a paralizar sus planes sino que va a apretar el acelerador".