VITORIA - GASTEIZ

El portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco, Rodolfo Ares, y los parlamentarios Jesús Loza e Isabel Celaá dieron a conocer las propuestas de modificación al segundo borrador del Plan de Educación en Derechos Humanos y por la Paz, elaborado por el Gobierno Vasco, para optimizar los recursos y los esfuerzos encaminados a fomentar una educación en valores que promueva un cambio social respecto de la violencia.

Una de las 17 reflexiones presentadas por los socialistas critica que se subvencione a organizaciones "que son incapaces de condenar el terrorismo", porque va contra los "valores y principios" que recoge el propio Plan y porque "genera una profunda desconfianza en el mundo de las víctimas".

El PSE-EE propone el cambio del nombre del Plan para que se denomine de Acción en materia de Educación en la Paz y en los Valores Democráticos y que tenga como "prioridad básica la deslegitimación ética, política y moral del terrorismo".

Insiste en que en la redacción del texto se debe cambiar la expresión "la educación para la paz" por "educación para la paz y en los valores democráticos", así como en la deslegitimación de la violencia de ETA.

"Esta educación tiene que implicar de forma esencial y prioritaria la deslegitimación del terrorismo -añade el texto- porque sólo desde esta premisa podría ser aceptable, aunque con matices, el concepto que el Plan desarrolla".

NORMALIZACIÓN

Las propuestas socialistas también hacen mención a que en el Plan se debe cambiar la referencia genérica a la "violencia" por que "la sociedad vasca vive lastrada por el terrorismo de ETA".

Asismismo, según las alegaciones, los socialistas plantean la supresión o la matización de la referencia a la normalización política, ya que, "tal y como está redactada, puede dar la impresión de que el terrorismo es la consecuencia de esa falta de normalización política".

"Habría que dejar claro que es el terrorismo el factor esencial, aunque no el único, de la falta de normalización política en el País Vasco, porque el segundo es la ausencia de un consenso político más amplio, que sólo será posible alcanzar cuando el terrorismo haya desaparecido", añade.

Aboga el PSE-EE por que quede claro "el liderazgo de las instituciones en materia de educación en valores democráticos" y califica como "inadmisible" que tengan un mero "papel subsidiario con respecto a la sociedad civil, para suplir lo que no hace la iniciativa social".

Durante la presentación de las propuestas de modificación del Plan, Ares reconoció que este segundo borrador es "mejor" que el primero, pero advirtió de que "no queremos cualquier plan".

Dijo que ese documento debe partir de la "deslegitimación prioritaria y específica del terrorismo", debe dar un protagonismo a las víctimas del terrorismo y, en su referencia al contexto estatal, se debe aludir a al Constitución y al "bloque constitucional, también al Estatuto, así como a los valores constitucionales frente a la ideología totalitaria del terrorismo".

Ares mostró la "voluntad de acuerdo" del grupo socialista en torno a este Plan y adelantó que en su posición "primará la búsqueda de acuerdos a las posiciones partidarias".

Isabel Celaá insistió en que en el Plan no se puede actuar como "si ETA no hubiera existido jamás" y concluyó que el "rechazo al terrorismo de ETA si bien no agota la educación en valores sí es el vestíbulo" de ella.