El PSE-EE espera que Sortu asuma su pasado y se comprometa en una convivencia con memoria y justicia
El PSE-EE espera que el regreso del radicalnacionalismo al juego político democrático con la constitución de Sortu contribuya a que nuestra sociedad avance en el camino de la convivencia y se vayan cerrando las heridas abiertas por tantos años de violencia. Al partido sucesor de la antigua Batasuna le corresponde un especial compromiso en esta tarea, debido a su pasado de apoyo y justificación a la estrategia terrorista de ETA.
Fue esta supeditación a la vía de la violencia la que motivó su ilegalización, y ha sido su renuncia expresa a ella lo que ha permitido su vuelta a legalidad democrática. Confiamos, por ello, en que Sortu asuma su responsabilidad y se haga cargo de la gestión de las cuestiones que deja detrás el fin del terrorismo, facilitando la disolución de ETA y encaminando a sus presos y militantes en la misma vía que la formación ha iniciado.
Ayudaría en este tránsito que Sortu no intentara autoengañarse, tratando de imponer una versión irreal de nuestra historia reciente. No ha sido la sociedad vasca la que ha cambiado, sino la práctica política de los radicalnacionalistas lo que se ha modificado. No ha habido circunstancias políticas nuevas que expliquen por qué hasta ayer el llamado “conflicto” justificaba el terrorismo y hoy ya no. Lo que ha cambiado ha sido únicamente el fracaso de ETA y la percepción por el mundo de Batasuna de que corría el riesgo de desaparecer si unía su suerte a la de la organización terrorista.