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El PSE-EE reivindica que la Educación sea "instrumento" para "la convivencia democrática"

Lamenta que el tripartito preferiera "imponer a acordar"

BILBAO El Secretario General del PSE-EE, Patxi López, apostó hoy por hacer de la educación "el eje del cambio en este país" e "instrumento de impulso de la convivencia democrática". Asimismo, lamentó que, en los últimos años, las políticas educativas se hayan "sumido en debates identitarios" y censuró que el Gobierno vasco "haya preferido imponer a acordar". La formación socialista presentó hoy en Bilbao el manifiesto 'La educación: eje del cambio', en el que se recogen las propuestas del PSE en esta materia que, según indicó López, debe ser "el eje del cambio en este país", porque contribuye "de manera decisiva a crear ciudadanos libres, con capacidad crítica para tomar sus propias decisiones y con la autonomía necesaria para decidir su propio destino". En este sentido, el líder de los socialistas vascos insistió en que la educación es "el mejor instrumento para la igualdad" y también "la mejor base sobre la que construir el futuro de un país", además del "espacio en el que los jóvenes deben ejercitarse en una convivencia tolerante y democrática", algo que "cobra especial importancia en Euskadi". En este contexto, apostó por "modernizar" el Sistema Educativo Vasco para "adaptarlo a los desafíos del siglo XXI, lograr el éxito escolar y trabajar por una Educación Superior para la Excelencia". A su entender, es preciso abrir en la sociedad vasca "una reflexión profunda" y "estratégica" sobre el Sistema Educativo. López advirtió de que el Sistema Educativo, "como tantas otras cosas en este país", requiere "acuerdo" y "pacto", así como "grandes dosis de sensibilidad democrática, para favorecer la convivencia entre las diferentes formas de sentir y pensar" de los ciudadanos de Euskadi. El dirigente socialista señaló que, aunque "contamos con un buen Sistema Educativo" que tuvo su origen en el Pacto Escolar de 1992, "desgraciadamente, desde entonces, no es sólo que se haya aplicado, en demasiadas ocasiones, su filosofía de manera sectaria, sino que no ha habido interés en potenciar y adaptar ese pacto escolar a los cambios sociales que se han producido en los últimos años". Además, cuenta con "unos magníficos profesionales" que se encuentran "a menudo desmotivados, por la desidia y el doctrinarismo, cuando no por una clara desconfianza de las autoridades educativas hacia su trabajo" que "se tiene que acabar". "La alternancia que buscamos para el Gobierno vasco va a liberar muchas fuerzas transformadoras de nuestra sociedad, también en la educación", aseguró, lamentando que "en los últimos tiempos las políticas educativas se han sumido en derroteros estériles, en debates identitarios que poco tienen que ver con la calidad de enseñanza". En esta línea, indicó que el sistema educativo vasco tiene que afrontar "problemas comunes", como el fracaso escolar, y "otros específicos", entre los que citó la necesidad de "trasladar valores democráticos" o desarrollar las dos lenguas oficiales y el inglés. De este modo, apuntó que el sistema educativo "no debe sólo, ser la máquina que implanta en los cerebros de los jóvenes conocimientos técnicos o artísticos", sino que "tiene que ser, además, la escuela donde se crean ciudadanos libres" y los jóvenes "aprenden a convivir en una sociedad democrática". En este sentido, señaló que el hecho de que "los valores democráticos no sean compartidos por algunos sectores (aunque sean minoritarios) de la sociedad vasca, constituye nuestro mayor problema de convivencia". "Valores como la tolerancia, el respeto al diferente o el rechazo a toda forma de violencia, no son, entre nosotros, valores universalmente extendidos. Son una minoría, pero existen y ese es nuestro gran problema social, que nos impide ser una sociedad plenamente unida, diversa y tolerante", agregó. Planteó que la educación debe ser "un baluarte fundamental" de principios y valores, "combatiendo los presupuestos ideológicos del totalitarismo en cualquiera de sus formas y deslegitimando ética, política y socialmente los falsos argumentos en los que pretende asentarse el recurso a la violencia". También demandó que, en el sistema educativo vasco, tienen que convivir "con naturalidad" el euskera y el castellano, de manera que ambas sean vehiculares con el objetivo de alcanzar "un bilingüismo equilibrado". Del mismo modo, defendió que se garantice la libertad de las familias para estudiar "en el idioma de su elección, sin descuidar la otra lengua oficial". Al mismo tiempo, se debe propiciar el conocimiento del inglés para que "los jóvenes puedan competir en igualdad de oportunidades con otros jóvenes europeos", alcanzando con "urgencia" un acuerdo "razonable" entre la comunidad educativa y la Administración para hacer posible una educación trilingüe. ESCUELA PÚBLICA Para los socialistas vascos, la Escuela Pública debe ser "el referente fundamental" del sistema educativo, invirtiendo en la modernización de centros y ampliando y creando otros nuevos para atender las nuevas necesidades de escolarización, impulsando su autonomía, y estableciendo una oferta de escolarización con itinerarios hasta los 18 años. El PSE también plantea impulsar "un plan global para la inclusión del alumnado de origen extranjero", dirigido a centros públicos y concertados con los objetivos de integración escolar "efectiva" y el "éxito escolar" de ese alumnado. Entre sus propuestas, se encuentra la necesidad de "conectar la Educación con las oportunidades para el empleo", para lo que propone impulsar una Ley de Educación Permanente, avanzar en la modernización tecnológica del sistema educativo, o "recuperar la autonomía plena" de la Universidad y lograr "un Sistema Universitario Vasco preparado para competir con éxito en el espacio universitario europeo". Con estos objetivos, López expresó su compromiso de "elevar la calidad" del Sistema Educativo vasco para que "sea instrumento clave en la transformación económica, política y social de Euskadi". "Un instrumento de impulso a la convivencia democrática, de integración e igualdad social, de modernización, de fomento de la investigación y de apertura al mundo que nos rodea y en el que tenemos la suerte de vivir", añadió. "CARRERA ALOCADA" DE EDUCACIÓN En relación al euskera, el líder del PSE lamentó que el Gobierno vasco aprobara ayer "un decreto (sobre el curriculum vasco) que impone nuevas medidas en el bachillerato", como "medida de última hora y sin ningún consenso político", mientras el Consejo Asesor del Euskera "hacía propuestas llenas de sentido común". "Nos alarma cuando vemos a un Gobierno que se hace oposición a sí mismo: ya que, mientras un Departamento abre las vías para analizar y revisar las medidas adoptadas y proponer otras nuevas, el de Educación sigue su alocada carrera en solitario apurando las últimas horas de la legislatura para imponer sus criterios, que no coinciden con los de nadie, vía decretazo", lamentó. Según indicó, el euskera "no es un problema", sino que su fomento debe ser "un objetivo de todos" con planes consensuados "con acuerdos amplios", que el tripartito "ha impedido porque ha preferido imponer a acordar". En este sentido, señaló que "imponer medidas partidistas o el plantear ataques sin propuestas es lo peor que nos puede pasar". Por ello, abogó por nuevas políticas en materia lingüística y revisar las actualmente vigentes "buscando el consenso a la luz de las bases para la política lingüística de principios del siglo XXI, elaboradas por el Consejo Asesor", ya que es "la mejor forma para hacer del euskera algo atractivo que no genere rechazos, sino adhesiones".

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