El Partido Socialista de Euskadi-EE va a presentar en todos los ayuntamientos de Euskadi en los que tiene representación mociones para que los plenos municipales expresen su oposición a la reforma de la Ley Electoral que está planteando el Gobierno del PP en lo que afecta al régimen municipal. Especialmente, cuando se propone a menos de nueve meses de las próximas elecciones locales de mayo y no se cuenta con un mínimo respaldo del resto de las fuerzas políticas.

Los socialistas ya han calificado de “pucherazo” esta iniciativa, con la que no se pretende la elección directa de los alcaldes, como alega el PP, sino alterar el veredicto de la ciudadanía, dando mayorías en los gobiernos municipales no otorgadas por las urnas. Por ello, el PSE-EE considera que, lejos de poder presentarse como una medida de regeneración democrática, se trata de una maniobra oportunista y parcial, animada por un interés claramente partidista de conservar en los ayuntamientos unas mayorías que el PP ve a hora en peligro.

Con esta iniciativa, el Gobierno del PP Rajoy sigue empeñado en atacar sistemáticamente la autonomía local. Ya lo hizo con su reforma local, plasmada en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, que vacía de capacidad política y de competencias a los Ayuntamientos, y aleja a los ciudadanos y vecinos de las entidades locales por el desmantelamiento que se está produciendo de los servicios públicos que los municipios prestaban. Ha anunciado también un proyecto de Ley de Demarcación y Planta judicial, que desvitaliza la actividad judicial de los ayuntamientos que han sido cabezas de partido judicial. Y ahora el PP amenaza nuevamente la democracia municipal planteando una reforma electoral de forma unilateral para favorecer únicamente sus intereses políticos y electorales.

Los cambios de sistema electoral deben llevarse a cabo con consenso, diálogo y a través del pacto; justo al contrario de lo que pretende ahora el PP. El PSE-EE entiende que plantear cambios sobre la elección de los alcaldes y el régimen municipal modificando urgentemente la LOREG, sin acuerdo y a pocos meses de las elecciones locales, supone un intento oportunista y antidemocrático de alterar las reglas de juego en beneficio particular.