Los productores de leche en Europa están sufriendo una crisis prolongada debido a la finalización de las cuotas lácteas, la prohibición rusa de importación de alimentos en todo el mundo y un exceso de producción. El precio de la leche cruda es un 13% inferior a la media de los últimos cinco años, y el Observatorio del Mercado de la Leche ha advertido que la crisis actual no muestra signos de mejora. 

Por esta razón, el Parlamento Europeo ha instado hoy a la Comisión y al Consejo a tomar medidas inmediatas y a largo plazo para aliviar esta presión.

La eurodiputada vasca Eider Gardiazabal ha declarado que "la demanda también es débil y hay que evitar una guerra interna entre los productores europeos de acusarse mutuamente de sobreproducción. Todos ellos están tratando de sobrevivir, debido a que en muchos casos se les paga menos que sus costes de producción. Esto es inaceptable y debe encontrarse una solución a nivel europeo".

El paquete de 420 millones de euros puesto en marcha por la Comisión el pasado otoño no tuvo el efecto significativo que la Comisión hubiera querido. Esto muestra claramente que las medidas adoptadas no han sido suficientes para hacer frente a la crisis que atraviesa el sector.

 "Estamos hablando de agricultores que ya están en deuda, que han invertido en nuevas tecnologías, en edificios más eficientes energéticamente y en la mejora del bienestar de los animales en sus granjas. Y ahora están viendo todos sus esfuerzos en peligro", ha añadido Gardiazabal.

"Hoy en día el sustento de estos agricultores está en riesgo, lo que significa que la vitalidad a largo plazo de las zonas rurales de Europa también lo está. Esta situación es insostenible y exige una intervención firme por parte de la UE", ha concluido la eurodiputada.