BARAKALDO 

   El candidato de PSE-EE a Diputado General de Bizkaia, José Antonio Pastor, subrayó hoy que su formación no quiere un urbanismo "depredador del suelo" ni "de la cartera de la gente o de los presupuestos municipales", y aseguró que las elecciones del día 27 marcarán un "punto de inflexión" para detener la "locura urbanística", que "se ha convertido, casi, en una enfermedad urbana".

   En un acto político en el Paseo Ribera de Galindo, en Barakaldo, Pastor destacó la regeneración que ha experimentado esta zona en los últimos años y la achacó al "acuerdo y el consenso" entre el Gobierno central y las autoridades vascas, a través de la Sociedad Bilbao Ría 2000, "porque de otro modo -continuó- sin acuerdo, con enfrentamientos, como otros hacen, nunca se pueden hacer cosas verdaderamente importantes".

   Apostó porque este modelo de consenso "se extienda a otros municipios" y señaló que, precisamente, ha sido ese "afán de acuerdo" el que ha movido a los socialistas a impulsar, junto con el Gobierno vasco, la construcción de la Y. "Años de desacuerdos y, sobre todo, falta de ganas de avanzar han hecho que hayamos tenido que ser los socialistas quienes por fin desbloqueásemos esa obra, que es decisiva para el futuro de Euskadi", subrayó.

   En este sentido, señaló que "los resultados del desacuerdo" pueden verse en Sestao, donde parecía "más fácil" que Ayuntamiento y Diputación, "que dirigen los nacionalistas", se pusieran de acuerdo, y lamentó que no haya sido capaces de acordar nada "porque todos quieren mandar" y "ponerse la medalla".

   Por ello, defendió a la formación socialista como "la única alternativa fiable de progreso" y resaltó que Barakaldo "se ha transformado con imaginación, ilusión y con ganas de seguir adelante", hasta dejar de ser la ciudad fabril de antes y pasar a ser "una ciudad nueva, más amable y más humana, con nuevas zonas verdes, mejor comunicada y más activa social y económicamente".

   Indicó que "eso" es, precisamente, lo que los socialistas quieren hacer en toda la Margen Izquierda, "construir ciudades y entornos pensados para la gente y no para el ladrillo", y apostó por un urbanismo sostenible, que evite el "despilfarro" de terrenos y de energía, respete los cascos históricos y "gestione el crecimiento de forma ordenada y con calidad".

PUNTO DE INFLEXIÓN

   Para Pastor, estas elecciones van a marcar un punto de inflexión en la capacidad de los ayuntamientos "para detener la locura urbanística que en otras partes de España y en Bizkaia se ha convertido, casi, en una enfermedad urbana", y abogó por "limitar" la ocupación de nuevos suelos para consolidar ciudades de calidad.

   En este sentido, indicó que la Ley del Suelo da a los ayuntamientos una "enorme" autonomía en su gestión urbanística, por lo que defendió que sean éstos "los primeros garantes de que las cosas se hagan pensando en las personas y no en los intereses económicos de las constructoras".

   "En definitiva, los socialistas significamos acuerdo entre las instituciones, compromiso político y capacidad para entender que el futuro de nuestros municipios está por encima de cualquier otra consideración o de cualquier interés partidista", concluyó.

   Por su parte, el actual alcalde y candidato a la Alcaldía de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, destacó las obras de regeneración urbanística llevadas a cabo en el municipio durante esta legislatura y adelantó los proyectos que su Gobierno impulsará en los próximos cuatro años, si sale reelegido alcalde.

   En concreto, prometió concluir la renovación de la zona Urban y del entorno de la Ría, conectar la Avenida Altos Hornos con el centro de la localidad a través de la Plaza Pormetxeta, construir nuevas viviendas de protección oficial (VPO) y local (VPL), renovar la pavimentación, construir un parque en la dársena de Portu, abrir una nueva escuela infantil y un centro de salud, instalar escaleras mecánicas para comunicar Urban con el centro y crear, en definitiva, "casi 52.000 metros cuadrados de zona de ocio y esparcimiento".