Mendia: "El Gobierno Vasco ha realizado un contrainforme para negar la existencia de duplicidades"
Intervención de Idoia Mendia
Gaur, Gobernuak aurkeztutako Euskadiko Erakundeen Funtzionamenduari eta Azterketari buruzko Txostena baloratzeko dei egin zaituztegu.
Dakizuen bezala, txosten hau Foru Aldundi eta Eudeleri helarazi zaie bere azterketarako. Eta egin beharreko lehenengo balorazioa zera da: kontrako-informe huts baten aurrean gaude.
Gobernuak, gure instituzioen artean dauden bikoiztasunak aztertu ordez, aurreko Gobernuak egindako informea, puntuz-puntu, erantzutea besterik ez du egin. Are gehiago, bikoiztasunaren zentzu propia eztabaidatu du.
Bere ustez, euskal instituzioen artean ez dago eskumen arazorik. Guztiz eraginkorrak gara eta, izatekotan, koordinazio eta ebaluazio sistema gehiago ezarri behar izango dira. Hau da, burokrazia gehiago.
Guztiz penagarria da. Urkulluren Gobernuak ez du gure egitura instituzionalean pentsatzen. Gure herria nola modernizatu edota hobetu ez zaio axola.
Ez dago ezer ikutu behar, inor ez hazerretzeko.
Beraiek, beren obsesio identitarioekin jarraitzen dute eta bestea, bost axola.
Como saben, en las últimas semanas el Gobierno Vasco ha elaborado un Informe sobre el Análisis y Funcionamiento Institucional en la Comunidad Autónoma de Euskadi que pretende ahondar en el debate de la necesaria reforma de nuestra arquitectura institucional.
Un documento, que debe ser trasladado ahora a la Ponencia sobre Duplicidades del Parlamento Vasco para su discusión, pero que, en un primer análisis, los Socialistas Vascos valoramos con profunda desagrado.
Y es que no es un informe, sino un auténtico contrainforme del estudio sobre duplicidades e ineficiencias que realizó el Gobierno Socialista durante la pasada legislatura.
Un estudio que, lejos de profundizar en los problemas de competencias duplicadas, solapamientos entre administraciones, gastos superfluos, exceso de burocracia… que existen en nuestro entramado institucional, parece tener como único propósito desmontar punto por punto el informe precedente, para rechazar así la posibilidad de tomar medida alguna.
Con el agravante de que se pretende hacer sin el trabajo de análisis y contraste de programas y presupuestos públicos que hacía el anterior estudio. Se trata de sacar conclusiones sin haber ofrecido antes pruebas.
No estamos ante un informe analítico, técnico, que es lo que se le había pedido al Gobierno para completar el anterior y disponer de una base sobre la que trabajar y debatir en la Ponencia. Es un informe ideológico que trata de cerrar la discusión antes de que se inicie siquiera. Pretende imponer al Parlamento de inicio el dictamen: no hay duplicidades, luego no hay necesidad de reformar nada.
Y esto es lo realmente preocupante.
Porque al margen de disputas políticas de corto recorrido, la crisis ha puesto en evidencia la necesidad de abordar con urgencia un debate que llevamos retrasando demasiados años en Euskadi.
Porque somos un país muy pequeño, con poco más de 2 millones de habitantes, en el que sin embargo se concentran cuatro niveles institucionales (Gobierno central, vasco, Diputaciones, más de 250 ayuntamientos), con funciones que chocan permanentemente y competencias aún sin definir.
Que tenemos que repensar el funcionamiento de nuestras instituciones y ver qué medidas adoptamos para ser más eficientes y prestar un mejor servicio a la ciudadanía.
Que si la eficiencia en la gestión de lo público es un principio general de buena gobernanza, más razón para aplicarla en estos tiempos de estrecheces que obligan a revisar con lupa todo el gasto público.
Pero al PNV no le interesa este debate. Nunca le ha interesado, por miedo a generar problemas dentro del Sabin Etxea.
Y sólo así se explica que su respuesta a una cuestión de tanta relevancia sea un contrainforme:
- Que, directamente, niega que existan duplicidades entre las administraciones vascas, cuestionando el propio concepto de duplicidad, y se limita a apelar a una mayor cooperación y coordinación y establecer mayores procesos de evaluación (es decir, más burocracia, más intermediarios, en lugar de una mayor simplificación y agilidad).
- Que para profundizar en esta coordinación apuesta por la creación de un órgano multinivel, denominado Consejo Vasco de Políticas Públicas, que estaba ya contemplado en el anteproyecto de Ley Municipal que presentamos (eso no se dice en el Informe) y que se le rebajan las funciones que se le asignaban.
- Y cuyas únicas aportaciones sobre la materia que se trata, las duplicidades e ineficiencias, son cuestionar las funciones de la Delegación o del Gobierno (con un argumento tan peregrino como que el “representante ordinario del Estado” en Euskadi es el Lehendakari) o pedir el repliegue de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Y a lo mejor hay que estudiarlo, pero, desde luego, no parece que sobre ello pueda legislar el Parlamento Vasco.
Ahí sí que ve duplicidades. Ahí sí que ve ineficiencias.
Es decir, en lugar de afrontar un debate necesario, en lugar tratar de poner las bases para una reforma ambiciosa de nuestro entramado institucional, el Gobierno nacionalista de Urkullu opta por seguir dando vueltas a sus obsesiones particulares.
Ante una demanda ciudadana clara, con un mandato parlamentario encima de la mesa, con un camino allanado por el anterior Gobierno, el PNV tira todo el trabajo por la borda, rechaza el debate y se pone a hablar de nuevo de sus problemas con España.
Oiga, no. Para eso ya ha montado usted la Ponencia de Nuevo Estatus, aunque no nos entusiasme.
Aquí hemos venido a hablar de otras cosas.
Aquí hemos venido hablar de por qué tenemos en Euskadi más de 250 organismos dedicados a fomentar el emprendimiento.
De por qué en un territorio no más grande que Orense, tiene que tener tres aeropuertos (con sus correspondiente sociedades públicas de promoción) o tres empresas públicas gestoras de autopistas diferentes.
Aquí tenemos que hablar de la proliferación de estructuras públicas dedicadas a la gestión del suelo o la política medioambiental.
De cuánto cuesta todo eso y cuánto podemos ahorrar para dedicarlo a otras necesidades.
No puede ser que no se pueda colaborar ni siquiera en la política de turismo y que en Fitur nos encontremos con un stand del conjunto de Euskadi, otro de Bizkaia y otro de Bilbao.
Tenemos que frenar esta locura.
Y lo primero es no mentir a la gente. En Euskadi tenemos un sobredimensionamiento administrativo y lo tenemos que revisar.
Los Socialistas Vascos estamos absolutamente comprometidos con la reforma de nuestro entramado institucional con criterios de racionalidad, legalidad y eficacia. Sin prejuicios, pero sin tabúes.
Fuimos nosotros los que desde el Gobierno en la pasada legislatura impulsamos este debate en la opinión pública y pusimos las bases para su desarrollo.
Hemos planteado propuestas serias para avanzar en este camino. Algunas ya están en marcha (como el Plan conjunto de lucha contra el fraude o la interconexión informática entre las Haciendas vascas). Otras las estamos defendiendo desde hace meses: como que haya una sola empresa pública por cada ámbito de actuación.
Hay que revisar las competencias de las diferentes administraciones para hacer un reparto lógico y racional.
Pero para ello, lo primero es la voluntad. Y, lamentablemente, observamos escasa voluntad en el PNV para llevarlo a cabo con este contrainforme que ha presentado.
Un contrainforme al trabajo realizado por sus predecesores, sí, pero también un contrainforme a los propios representantes institucionales y expertos académicos que en la pasada legislatura comparecieron en el Parlamento, a propuesta socialista, para explicar su punto de vista. Y todos coincidieron en que había que repasar el actual entramado. Todos menos uno, el Diputado General de Bizkaia. Y Urkullu ha elegido las tesis del Diputado General de Bizkaia frente a las tesis de los numerosos alcaldes, nacionalistas y no nacionalistas, así como de los otros dos Diputados Generales, el exlehendakari Garaikoetxea, quienes pusieron en marcha la autonomía vasca y los expertos.
Urkullu elige al Diputado general de Bizkaia frente al resto del país. Mal arranque para que este Gobierno en minoría pueda encontrar un punto común.
Pero, además, su contrainforme contradice lo que, con la firma expresa del propio lehendakari, acordaron en septiembre el PNV y los socialistas sobre esta materia, incluyendo la reforma de la LTH antes de que finalice 2015
Por eso le pedimos al señor Urkullu que afronte con seriedad este tema. Que olvide los fantasmas que, por lo visto, siguen vagando por los pasillos de Sabin Etxea, que supere las fobias que despierta la sola mención de la LTH. Que respete al Parlamento vasco y se ponga, de verdad, a resolver los problemas que padecemos hoy.
Que éste es el verdadero desafío que tiene el país para su modernización y para atender las necesidades de la ciudadanía de la forma más eficaz posible.
Y si el Gobierno va a utilizar sus fantasmas para impedir una reforma necesaria, los Socialistas tomaremos de nuevo la iniciativa, y le forzaremos a rectificar para conseguir la Euskadi moderna, solidaria, sostenible y competitiva que empezamos a construir la pasada legislatura y desde septiembre ha asumido el propio lehendakari.
