Patxi López promete un Gobierno paritario con igual número de hombres y mujeres
Asume seis compromisos concretos para lograr un país "más igualitario"
BILBAO El candidato socialista a lehendakari, Patxi López, se ha comprometido hoy a formar un Gobierno vasco "paritario, con igual número de hombres y mujeres" y, de este modo "profundizar en la democracia paritaria". Patxi López ha participado esta tarde en Bilbao, junto a la ministra de Defensa, Carme Chacón, en un acto electoral en el que ha hablado sobre los compromisos del PSE-EE con la igualdad entre hombres y mujeres. En concreto, Patxi López ha dicho: "Tenía muchas ganas de reunirme con vosotras, mujeres de distintas edades y generaciones, mujeres que pertenecéis a diferentes redes y asociaciones, que tenéis diferentes sensibilidades pero que compartís un objetivo común: la igualdad y la defensa de un proyecto de vida propio, de una habitación propia, (utilizando la metáfora de Virginia Wolf). O, como me decía hace poco una joven bloguera, “de ser la mujer que me dé la gana ser”. Quiero agradecer de manera especial su presencia a una compañera excepcional y a una gran amiga de Euskadi, Carme Chacón. Una mujer que encarna, de la mejor manera, lo que significan la libertad y la igualdad en una democracia y también el impulso que desde la izquierda y el socialismo estamos dando a estos valores. Hoy estamos aquí para reivindicar la igualdad como el elemento asociado a la libertad que tiene que encontrarse en la base de nuestra democracia. Hablo de la libertad como el valor democrático supremo que aún tenemos que recuperar en Euskadi. Pero hablo también de la libertad que garantiza la emancipación personal y cultural. Hablo de PODER ELEGIR Y HACERLO EN IGUALDAD DE CONDICIONES. Durante diez años Ibarretxe ni ha hablado, ni se ha preocupado nunca de la igualdad. Se ha preocupado de otras cosas, pero no de combatir las desigualdades. Para nosotros, sin embargo, la defensa de la libertad, la igualdad y la justicia social es prioritaria, porque está en la esencia misma del Socialismo. María de Maeztu, nuestra insigne defensora de la igualdad, dijo a comienzos del siglo pasado unas palabras que siguen teniendo plena actualidad: Soy feminista; me avergonzaría no serlo, porque creo que toda mujer que piensa, debe sentir el deseo de colaborar como persona, en la obra total de la cultura humana. Hoy habéis venido aquí mujeres comprometidas con una sociedad vasca más democrática y más igualitaria. Mujeres que, con gran tesón y no siempre bien comprendidas, nos habéis enseñado a los hombres a mirar la realidad de otra forma. Nos habéis enseñado que el poder político y las decisiones que se toman en las instituciones públicas tienen mucho que ver con las relaciones entre los hombres y las mujeres dentro de la familia; tienen mucho que ver con las expectativas y proyectos de vida de las mujeres; tienen mucho que ver con los obstáculos que os impiden ser vosotras mismas, personas autónomas, con los mismos derechos y oportunidades que los hombres. - Habéis reivindicado con valentía el derecho a decidir sobre cuándo y cómo se tienen los hijos. - Habéis denunciado que la violencia machista es un problema social y no individual. - Habéis entrado en las Universidades, en los medios de comunicación, en las carreras técnicas y, sin embargo, todavía encontráis muchos obstáculos para tener las mismas oportunidades que los varones en el mercado de trabajo. - Seguís combatiendo la exclusión de la vida social, política y económica… - Seguís, en definitiva, peleando por una ciudadanía plena. Y mientras las mujeres os vais abriendo caminos de libertad también los vais abriendo para nosotros, a pesar de nuestras resistencias. Tenéis una historia de la que se habla pocas veces, pero la historia de todos no sería posible sin la vuestra. A lo largo de tres décadas de autogobierno en Euskadi, habéis conseguido que la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres forme parte del sentido común de todos. Pero seguimos teniendo una deuda con todas vosotras y muy especialmente con las mujeres mayores. Mujeres educadas en viejos modelos y sin oportunidades de tener un proyecto de vida propio, que han trabajado y siguen trabajando hasta la extenuación en sus casas para sus padres, parejas, hijos y ahora también para los nietos… Las amas de casa. Profesionales de un empleo sin horario ni remuneración. En épocas aún recientes, se decía de ellas que se dedicaban a sus labores, cuando en realidad hacían las labores de todos. Y aunque ahora les queda todo el cariño y el reconocimiento de los suyos, eso no basta. Porque no es justo ni democrático. Queda, como he dicho, mucho por avanzar. Aunque hemos aprobado leyes, aún las debemos desarrollar plenamente y dotarlas de presupuesto. Pero lo más difícil es combatir todos los prejuicios que siguen todavía vigentes. Para evitarlo, la cultura es un campo de batalla de primera magnitud, y os aseguro que vosotras vais a encontrar en mí un aliado permanente. Los viejos estereotipos siguen detrás de los salarios más bajos de las mujeres; están detrás de las dificultades para ascender en las carreras profesionales; detrás del reparto de las tareas dentro de las familias; detrás de la violencia machista. Muchas de las que estáis aquí tenéis un trabajo remunerado y sois profesionales con una sólida trayectoria. Las mujeres habéis salido a la calle pero el problema es que los hombres no hemos entrado en casa. Por eso, a veces, la carga de una doble jornada os hace pensar a algunas si os compensa mantener una vida laboral activa; o si ha merecido la pena tanto esfuerzo y tanta inversión en la formación; o si hay que posponer de nuevo el hijo deseado. Cuántas mujeres cuidan a nuestros ancianos sin recibir casi nada a cambio, a veces ni siquiera cariño. Mujeres atentas al cuidado y al bienestar de los suyos, y que al mismo tiempo sostienen los movimientos asociativos de barrios, los consejos escolares, la actividades de carácter voluntario... Tenemos una Euskadi pendiente en materia de igualdad y la próxima legislatura vamos a actuar desde todas las instituciones y todos los departamentos del Gobierno para acabar con esta carencia tan grave. Por eso el Gobierno del cambio creará un observatorio para la igualdad, para detectar todas las situaciones de vulneración de la misma y corregirlas. Estableceremos una agenda de prioridades y la haremos con vosotras, con las redes de mujeres y las expertas, para detectar mejor los problemas y ser más eficaces en las soluciones. Cuando yo hablo de cambio, cuando insisto una y otra vez en que el futuro de este país tiene que construirse sobre el acuerdo, me refiero también al pacto social entre hombres y mujeres. Porque tenemos que pactar las normas políticas y la organización de los espacios y de los tiempos de la convivencia. Ese pacto entre hombres y mujeres ya tiene marco legal, pero es necesario construirlo en la realidad, porque las leyes a favor de la igualdad pueden quedarse en papel mojado si no hay voluntad social y política para llevarlas a cabo. Por eso, hoy os expongo mis compromisos con las mujeres. Y son seis: 1.- Hitz ematen dizuet berdintasuna sakontzeko ahalegina egindo dudala. Horregatik, nik eratzen dudan gobernuak parekotasuna izango du; emakumezkoen eta gizonezkoen kopurua berdina izango da. 1. Me comprometo a profundizar en una democracia paritaria. Por eso, os anuncio que formaré un Gobierno con los y las mejores y que será un Gobierno paritario, con igual número de hombres y de mujeres en las consejerías. Tenéis que ocupar el lugar que os corresponde como ciudadanas y además tenéis mucho que aportar a la política en Euskadi. Aportáis responsabilidad, moderación, capacidad de trabajar en equipo, de crear redes. Representáis una cultura menos jerárquica que la masculina, más igualitaria y esto enriquece mucho la vida social, política y empresarial. 2.- Me comprometo a que la idea de igualdad sea el principio rector de todas nuestras políticas y comprometerá a todo el Gobierno. 3.- Pondré especial empeño en mejorar las condiciones de trabajo y la distribución de las rentas salariales entre mujeres y hombres. Aunque la incorporación de las mujeres en el mercado laboral ha ido aumentado, aún tenemos un mercado de trabajo muy segmentado y las mujeres tienen empleos de menor calidad. No podemos seguir así. Por eso, el plan de choque contra la crisis que pondré en marcha será también el cauce para eliminar la desigualdad salarial entre hombres y mujeres y para acabar con la precariedad en los sectores económicos con mayor presencia de trabajadoras. Dedicaremos una línea específica de formación para las mujeres en el mundo laboral y otra de hombres para el inmenso nicho de empleo que supone los cuidados personales a personas dependientes. En las sociedades más avanzadas de Europa, estos cuidados se reparten de manera mucho más equitativamente que aquí. Además, becaremos el acceso a la Formación Profesional para poder llevar a cabo el relevo generacional que nos piden las empresas y hacerlo prioritariamente para que muchas mujeres accedan a ese mundo aún demasiado masculinizado. 4.- Me comprometo con las mujeres que hoy no pueden compaginar el trabajo con la maternidad porque apenas hay servicios públicos para atender a los hijos y porque la educación infantil es muy cara para la mayoría de la población. Vamos a crear una red de servicios públicos potente que ofrezca un soporte en la educación infantil hasta los 3 años. Ya es hora de que desde el Gobierno entendamos que una sociedad que quiere niños se tiene que responsabilizar de su educación. 5.- Me comprometo a trabajar con la idea de la corresponsabilidad social como un pilar fundamental del Gobierno de cambio. Las instituciones públicas y los agentes sociales deberán facilitar, por tanto, una nueva reordenación de los horarios que permita a hombres y mujeres conciliar el empleo con las tareas de mantenimiento de los hogares y de los cuidados a las personas. Tenemos muchas mujeres dedicadas al cuidado de familiares dependientes, de hecho son mujeres casi la totalidad de los cuidadores familiares. Por eso, vamos a establecer medidas específicas para aquellas cuidadoras que, por su edad, no van a poder entrar o volver al mercado de trabajo. Elevaremos la prestación por cuidados en el ámbito familiar al máximo que nos permite la ley de Dependencia y le añadiremos un complemento autonómico y el pago de la cotización de la Seguridad Social. Además profesionalizaremos el trabajo de cuidado de personas dependientes que hoy desempeñan muchas mujeres en el ámbito del hogar. Es trabajo y va a ser empleo. Por ello, dichas mujeres no solo cotizarán a la Seguridad Social sino que tendrán la ayuda máxima que les corresponde por ley, más un complemento desde la administración vasca. Además, que debemos dar pasos en el reconocimiento social de las amas de casa. Porque, si parasen su actividad, sería la huelga con más repercusión en la historia. Yo me comprometo a estudiar fórmulas para que estas mujeres que no han recibido nunca un solo euro por su trabajo (un trabajo que hoy se contabiliza como aportación al Producto Interior Bruto y de ahorro al sistema sanitario, educativo y social) puedan beneficiarse, en determinadas condiciones, de un fondo de pensiones. 6- La violencia de género es la máxima manifestación de la desigualdad entre hombres y mujeres y nos pone delante de un enorme déficit democrático que tenemos que erradicar. La Ley Orgánica de Medidas de la protección contra la Violencia de Género y la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada por el Parlamento Vasco son poderosos instrumentos para combatir la violencia porque establecen medidas de protección integral y de prestación de asistencia a las víctimas. Pero tenemos que desarrollarlas más y dotarlas mejor presupuestariamente. Me comprometo públicamente a reprobar todos y cada uno de estos asesinatos como lo que son, bárbaras expresiones de terrorismo machista. Tenemos que crear una conciencia colectiva pública de denuncia y rechazo social del agresor y yo haré los gestos necesarios para que esto así suceda. De igual manera, trabajaré para que el sistema educativo y los medios públicos de comunicación sean un instrumento al servicio de la igualdad de derechos y oportunidades, del respeto a las diferencias y del más firme rechazo a todo tipo de violencia. Termino ya. Queridas amigas, Euskadi se merece una oportunidad para el acuerdo y la convivencia. Tambien entre hombres y mujeres. Yo quiero abrir las puertas a ese nuevo tiempo con un gobierno optimista, que afronte el futuro con ilusión. Un gobierno capaz de sumar, de compartir con la ciudadanía un proyecto colectivo. Euskadi necesita color y diversidad, apertura y aire fresco. Necesitamos un país para todos y para todas. Un país más igualitario para vivir mejor todos y todas. Y vamos a hacerlo juntos. Es un viaje corto. En 11 días llegamos a destino. Se inició en una estación que se llama esperanza. Hoy hemos hecho una parada en una que se llama igualdad y compromiso con las mujeres. Pero la estación término se llama futuro. Muchas gracias"