El PSE-EE quiere expresar su satisfacción por la sentencia de la Audiencia Nacional que condena a 32 años de prisión al etarra Benat Aginagalde por el asesinato en 2008 de nuestro compañero Isaías Carrasco. El fallo, que se produce tras la repetición del juicio a instancias del Tribunal Supremo, viene a corregir una situación muy dolorosa, especialmente para su familia, pero también para todo el socialismo vasco, que no entendió la absolución de su asesino el año pasado en el primer juicio celebrado.

Ni esta condena ni las indemnizaciones que recoge van a devolver a Isaías Carrasco a su familia. La huella de su pérdida estará siempre presente, como la de todas las víctimas del terrorismo; pero saber que su crimen no quedará impune reafirma al PSE-EE en su convicción de que no hay más camino que la Justicia en la persecución de los que durante tanto tiempo han cercenado la libertad de miles de vascos y han tratado de imponer su proyecto totalitario.

Hoy nos unimos en el Día Europeo de las Victimas del Terrorismo (con el dolor y la solidaridad por los recientes atentados cometidos en Francia, Túnez o Kuwait), para recordar que las víctimas merecen verdad, justicia y reparación. Afortunadamente, estas convicciones están hoy presentes en una inmensa mayoría de la sociedad vasca, española y europea. Los que se resisten a reconocerlo, como hace ETA negándose a su disolución, continúan en un camino que no llega a ninguna parte, si acaso, a deteriorar aún más su retorcida moral y a poner obstáculos al camino recto hacia una convivencia en paz.