PSE-EE propone adaptar los perfiles de euskera por zonas sociolingüísticas y necesidad de cada puesto de trabajo
Euskararen erabilera askatasunez normalizatzeko sozialistek duten konpromisoa berretsi du, oztopo bat izan beharrean, aukera bat izan dadin
El Grupo Parlamentario Socialistas Vascos-Euskal Sozialistak propone revisar la asignación de perfiles lingüísticos en próximas OPEs que convoque el Gobierno para adaptar el conocimiento del euskera a la realidad sociolingüística de cada zona de Euskadi, así como establecer un nuevo perfil que permita un conocimiento asimétrico de la expresión escrita y oral en euskera acorde a las exigencias comunicativas en cada puesto de trabajo.
Así lo ha defendido el parlamentario Jon Azkue en el Pleno de este jueves durante un debate sobre la valoración del euskera en la OPE de Osakidetza porque, explica, “los perfiles lingüísticos deben ser una herramienta útil para los ciudadanos, no una barrera para los profesionales”.
“Los socialistas no somos neutrales con el euskera y por ello hemos estado en todas las leyes que se han aprobado y seguiremos estando. Pero no aceptamos la aplicación incorrecta de las leyes. Defendemos la libertad de los médicos y enfermeras y la libertad de los ciudadanos de hablar en euskera y castellano. Hoy representamos a la queja de miles de ciudadanos que han pasado por una OPE de Osakidetza y quieren manifestar su desacuerdo ante el proceso” ha destacado.
Tras recordar que resolver los problemas de Osakidetza pasa por cobertura de plazas suficientes, y por acomodar la exigencia lingüística a la realidad de cada zona y al perfil de cada profesional, Azkue ha aludido a los tiempos en los que “acceder a una plaza de médico, acreditar un perfil lingüístico, era más útil que tener un máster de especialización”. En este sentido ha apostado por “descargar la política lingüística de esa carga obsesiva por conseguir una sociedad bilingüe y a corto plazo”. “Queremos desprender a la política lingüística del sentido de la obligatoriedad del bilingüismo, porque querer conseguir un bilingüismo equilibrado llevaría a forzar a una buena parte de la sociedad monolingüe a aprender euskera”, ha indicado.
Corregir disfunciones
Como ejemplos de la propuesta socialista de adaptación de perfiles, ha explicado que un médico puede atender a un paciente en euskera, que exige alto conocimiento de comunicación oral, y puede redactar el informe en castellano, que exige un menor conocimiento escrito, o redactarlo en euskera con la ayuda de un programa informático, como cuenta el personal de justicia sin contacto directo con el público, lo que no exige perfil de conocimiento escrito. O que un celador no parece que requiera un alto conocimiento escrito porque nada en sus funciones lo requiere, y sí lo puede requerir en oral, y será mayor o menor según la zona en la que preste el servicio.
“La exigencia de un perfil, la exigencia de la excelencia en el dominio oral o escrito del euskera, no ha supuesto un aumento proporcional del uso del euskera. Hay que encarar determinadas disfunciones generadas por la política lingüística gestionada hasta hoy. Y una de esas disfunciones es la rigidez del sistema de perfiles. Es el Gobierno el que debe seguir revisando la eficacia y la repercusión que estos perfiles han tenido hasta el momento, analizando los logros de la política actual y corrigiendo sus disfunciones. Y es el Gobierno el que debe corregir esas posibles disfunciones y adaptarlo”, ha pedido.
Por ello, Azkue se ha preguntado qué objeciones pone el PNV a esta posición, cuando es la propia comisión de seguimiento del Gobierno la que asume esas disfunciones, y cuando ese partido conoce el compromiso histórico de los socialistas en la normalización lingüística en estas tres décadas y ha venido asumiendo muchas posiciones que el PSE-EE ha venido planteando.
“Es una larga batalla que llevamos dando en favor del euskera, a veces con incomprensión, pero que en su día definimos como una apuesta por el euskera en libertad. Una batalla para que nadie entienda que nuestra lengua sea interpretada como una barrera ni como una amenaza, sino como una enorme oportunidad. Aprendamos de ese esfuerzo común, y que una convocatoria de empleo, una oportunidad para tanta gente, no se convierta en un problema”, ha concluido.