Rodolfo Ares expresa su satisfacción y dice que el TS ha confirmado "con toda claridad" que no hubo delito en el encuentro con la izquierda abertzale
Pide al PP "que se disculpe" y rectifique su estrategia de "acoso y derribo" al Gobierno socialista
BILBAO
El Secretario de Organización y Portavoz de la Ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares, expresó hoy su satisfacción por la decisión del Tribunal Supremo de desestimar la querella presentada por el sindicato de funcionarios públicos Manos Limpias contra Zapatero y varios dirigentes socialistas por la reunión que Patxi López y él mismo celebraron en San Sebastián con representantes de la izquierda abertzale.
“Ha quedado confirmado, con toda claridad", - ha señalado – “que ni el Secretario General de los Socialistas Vascos ni yo mismo incurrimos en ningún tipo de delito al reunirnos con miembros de la izquierda abertzale el pasado 6 de julio”.
El auto del Alto Tribunal advierte en concreto que “no existen obstáculos legales para que el Gobierno ó los partidos dialoguen con la formación ilegalizada siempre que no haya una orden expresa que lo prohiba”.
"Parece que la decisión del TS incide en argumentos que también nosotros, a través de nuestros abogados, habíamos trasladado al TSJPV con motivo de las denuncias del PP y del Foro de Ermua por la citada reunión y, por lo tanto, nos alegramos de la decisión que ha adoptado el Tribunal Supremo porque viene a confirmar que no cometimos delito alguno", añadió.
Tras señalar que desconoce si la decisión del TS incidirá en un posible archivo del procedimiento abierto contra ellos en el alto Tribunal vasco, Rodolfo Ares insistió en que "los socialistas vascos, como siempre, respetaremos las decisiones de la Justicia y siempre estaremos a disposición de cualquier órgano judicial para explicar nuestras actuaciones y nuestra actuación política".
POSTURA DEL PP
Tras conocer la resolución del TS, Ares pidió al Partido Popular "que se disculpe" por denunciar a los dirigentes del PSE-EE y le exigió que rectifique su estrategia "de acoso y derribo" contra el Partido Socialista y el Gobierno.
"Esto debería llevarles a reconocer que han sobrepasado todas las líneas rojas de la decencia política y a entender que tienen que cambiar de actitud", concluyó.