Resolución sobre crecimiento económico y creación de empleo
1. Situación del Empleo
Hoy en día el mayor problema social y económico en España y en Euskadi es el desempleo, por lo que el primer objetivo de la acción política y pública debe ser la creación de empleo y la lucha contra el paro.
La peor lacra que ha traído la presente crisis, cocinada a fuego lento durante una década por el pensamiento económico neoliberal y los mercados financieros, ha sido la expulsión del mercado laboral de cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas; personas que han visto como se les despojaba de sus oportunidades vitales.
Es especialmente alarmante tanto los altos niveles de paro joven como el paro de larga duración que nos ha dejado la presente crisis. Nuestros jóvenes se ven forzados a un exilio forzoso en el extranjero para buscar las oportunidades que se les niegan en casa, a la vez que miles de personas paradas ven como, desde hace más de un año, recorren el mercado laboral sin encontrar una oportunidad.
Los últimos años han sido muy duros para el empleo y también lo va a ser el 2013. Según el último informe de coyuntura económica de la economía vasca, las previsiones de crecimiento han empeorado para el presente año, pasando de un 0,8% a un 1,1% de caída del PIB, lo que va a conllevar la destrucción en Euskadi de 19.000 empleos y el aumento de la tasa de paro hasta el 12,7%.
Sin crecimiento económico no se generan los recursos necesarios para sostener el Estado de Bienestar. Sin crecimiento económico no se redistribuye la riqueza, ni se crea empleo, ni oportunidades vitales para las miles de personas que se encuentran en situación de desempleo.
La política de austeridad expansiva, prescrita por los mismos centros de pensamiento neoliberal que han causado esta recesión, es una receta que ha agravado la situación económica y el drama del paro. Se nos exige continuamente que nos apretemos una muesca más el cinturón, que adelgacemos sin límite los presupuestos públicos, que renunciemos a que las administraciones públicas apoyen a nuestro tejido productivo y actúen de forma contracíclica estimulando la economía.
Esta política equivocada ha provocado la crisis más intensa de la corta historia de la Unión Europea. Una crisis en la que España y otras economías se están llevando la peor parte.
Pero existe otra forma de hacer frente a la crisis. Existe otra receta para devolvernos a la senda del crecimiento sostenible y crear empleo. Hay un camino para devolver la esperanza a toda una generación.
No se trata de una varita mágica ni de una formula que se puede aplicar con una mirada cortoplacista. Se basa en la convicción de que se debe compaginar un ajuste responsable del gasto público con un estimulo decidido y continuado a la economía real. Todo ello acompañado con un apoyo constante a las miles de familias que sufren el drama del paro, especialmente a aquellas azotadas por el paro joven y el paro de larga duración, tal y como hicimos los Socialistas Vascos cuando estuvimos en el Gobierno.
Uno de los principales objetivos de los partidos políticos y de las instituciones públicas debe ser la defensa del empleo y de las personas trabajadoras, ya que ellas constituyen la base democrática de nuestra economía y los verdaderos garantes del Estado de Bienestar. Pero tampoco debemos olvidarnos de las pequeñas y medianas empresas, construidas con el esfuerzo y la dedicación de personas comprometidas con la sociedad vasca, y que constituyen la economía real de Euskadi. Por ello, es de vital importancia que defendamos y apoyemos tanto a las personas trabajadoras como a las personas emprendedoras o que están trabajando para sacar adelante una pyme (ya sea privada, social o cooperativa).
Antes este panorama, los poderes públicos vascos deben liderar una oleada de inversión público–privada en distintos ámbitos de futuro (I+D+i, energético, infraestructuras, telecomunicaciones, educativo) que consiga volver a poner en marcha nuestro tejido empresarial e industrial. A este esfuerzo inversor para reactivar la economía se le debe sumar el necesario esfuerzo de aumento de la inversión extranjera directa por parte de nuestros socios europeos e internacionales.
Hay que hacer también una apuesta por la estabilidad en el empleo y la formación de los desempleados, como mecanismo para mejorar su capacitación y garantizar una pronta integración en el mercado laboral.
Los Socialistas Vascos hacemos, en este sentido, una defensa firme de la negociación colectiva, equilibrada y responsable, como instrumento fundamental para atender los intereses de los trabajadores y trabajadoras de Euskadi.
La reforma laboral impulsada por el Gobierno de Rajoy afecta gravemente a una negociación colectiva, ya de por sí debilitada desde hace años en Euskadi. En un contexto de crisis como la actual, la individualización de las relaciones laborales no redunda en beneficio de los trabajadores. Al contrario, disminuye la capacidad de ordenar la negociación en un determinado sector, además de generar incertidumbre en las empresas con pocos trabajadores o no sindicalizadas.
Creemos, por todo ello, que las principales instituciones, los partidos políticos y los agentes sociales vascos deben trabajar de forma conjunta para lograr un gran Pacto por el Empleo y el Impulso de la Economía Productiva. Un acuerdo que permita a la economía y a la ciudadanía vasca derrotar de una vez por todas a la gran recesión que nos asola desde hace un lustro y que conjure a todos los agentes políticos y sociales vascos hacia la meta común de la reactivación económica y el progreso social.
Sólo de esta forma podremos volver a poner a trabajar a Euskadi y crear empleo, saliendo de la crisis sin hipotecar el futuro del país.