4- Modelo Político - Institucional
4.1- Europa
4.1.3- Nuestra propuesta: cambiar el curso de la construcción europea
Los Socialistas Vascos, con el PSOE, defendemos un modelo común socialista para toda Europa. Los Socialistas Vascos defendemos Europa como espacio compartido para la lucha por la libertad, la igualdad y la justicia social.
Y tenemos que proponer fórmulas para impulsar cambios democráticos en la UE. Hoy las instituciones de la Unión piensan más en clave alemana que en clave europea y ello es debido a profundas carencias democráticas, que han permitido consolidar poderes políticos y económicos, sin ningún control ciudadano. Tenemos que ser capaces de construir entre todos los socialistas europeos una alternativa común para defender nuestros valores y propuestas.
Queremos que Europa no sea un simple bazar de comerciantes y financieros. Hoy las sociedades y los Estados europeos estamos en peores condiciones que hace 20 años. Hemos perdido capacidad de decisión en los estados pero no tienen participación en las decisiones colectivas.
Queremos potenciar Europa como un nuevo “demos” colectivo. Y nos hacen falta estructuras democráticas para ello. Instituciones representativas que realmente tengan capacidad de gobierno común.
Queremos participar en Europa no para defender territorios sino para poner en marcha un modelo de Europa social y democrática que de respuestas comunes a los retos del mundo globalizado
Por ello proponemos más Europa y más democracia. Y en concreto:
- 1. Un Parlamento realmente europeo. Los Socialistas creemos que el Parlamento Europeo no debería representar exclusivamente a los territorios, sino a los votantes y al proyecto político que éstos defienden. Queremos un Parlamento europeo que sea realmente el poder político sobre el que descansa el entramado institucional.
- 2. Un Gobierno compartido. Un Gobierno que surja del Parlamento común. Un Gobierno que gobierne para toda Europa y no un Gobierno que sea una suma imposible de intereses nacionales, clarificando y delimitando mejor sus funciones, evitando duplicidades, y dotando al Gobierno Europeo de mayor capacidad de decisión y gestión.
- 3. Una fiscalidad común. Nos hace falta una unidad fiscal. Frente a la libertad total de los capitales, frente a la imposición de límites en el gasto público y los presupuestos, debemos tender a la unidad fiscal. Europa debe tener una fiscalidad básica común.
- 4. Una convergencia social. La existencia de un mercado de trabajo europeo y la existencia de una moneda común no ha traído consigo la convergencia de sus condiciones laborales y salariales. Europa debe contar con una regulación laboral común y con un SMI europeo.
- 5. Un sistema financiero integrado en la zona euro, que responda a las deficiencias del sistema monetario europeo, que respalde un Banco Central Europeo entre cuyos objetivos figure un índice de desempleo, que no produzca los grandes despilfarros como los que estamos viviendo, que facilite las necesidades de financiación de una economía en crecimiento, que regularice y controle de forma efectiva la forma de operar de los bancos, mediante una gestión racional del dinero.
- 6. Una deuda solidaria. Si las restricciones a los presupuestos públicos son medidas compartidas por todos, si los Estados no pueden adoptar medidas de defensa ante los ataques de los especuladores, nos hace falta una deuda solidaria. Una deuda avalada por la Unión.
Para ello hace falta modificar las competencias del Banco Central Europeo, para que sea realmente europeo, y busque entre sus fines la creación de empleo y la defensa de la deuda pública europea en su conjunto. - 7. Una agencia de calificación pública, europea e independiente. Es necesario poner fin al juego opaco de intereses que está condenando a la ruina a países enteros. Teniendo Europa tan gran burocracia no podemos permitir dejar en manos privadas, movidas muchas veces por los hilos de interese espurios, la calificación de nuestra economía. Nos hace falta una Agencia de Calificación Europa pública e independiente.
Pero junto a todo ello, los Socialistas Vascos no podemos olvidar que Euskadi tiene entidad política propia con amplias competencias, algunas de ellas exclusivas, y que la dimensión general de los valores europeos tiene una aplicación práctica sobre los territorios y las personas. Por eso proponemos:
- Ganar peso en Europa, reforzando la presencia de Euskadi en Bruselas y ampliando la participación en las instituciones europeas y en los grupos de trabajo sectoriales, intergrupos y comités consultivos.
- Un Comité de las Regiones que vea ampliada sus competencias como cámara de expresión y de representación de las regiones, estados federados y comunidades autónomas. Para los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi avanzar en esta línea resulta clave para unir sus fuerzas a los de otros que defienden los valores europeos y del estado de bienestar, sobre la base de la necesaria acción sobre todos los territorios que conforman Europa.