2- Contexto Social, Económico y Político
2.2- Una sociedad fragmentada
2.2.3- Cambios en la estructura demográfica
Uno de los fenómenos más positivos en nuestra sociedad en las últimas décadas es el progresivo aumento de la esperanza de vida de la población debido a importantes avances en materia de salud y calidad de vida. Ello hace posible que las personas tengan proyectos de vida más ambiciosos, libera, especialmente a las mujeres, de una parte del trabajo reproductivo y representa la oportunidad de una mayor diversidad y una mejor calidad del nuestro capital humano. A la vez constituye un desafío que obliga a reformar el modelo social en lo que afecta a trayectorias laborales y de trabajo no remunerado a lo largo de las diferentes etapas del ciclo vital, al aprendizaje y la actividad a lo largo de la vida, a los servicios sanitarios y sociales, etc.
Esta situación exige la adopción de medidas estructurales de rejuvenecimiento y, sobre todo, tener una mirada a largo plazo sobre los comportamientos demográficos que integre la economía, las políticas sociales y los proyectos familiares de forma equilibrada.
En este contexto merecen atención los procesos migratorios, especialmente la inmigración, no sólo como un fenómeno económico generador de riqueza en Euskadi, España y Europa, sino también como un factor de diversidad colectiva y enriquecimiento cultural
La diversidad es parte esencial de nuestra historia y de nuestra identidad colectiva. Mantenemos el espíritu y la letra del “Pacto Social por la Inmigración en Euskadi” impulsado por nuestro gobierno en la legislatura pasada.
Tampoco puede ignorarse el proceso de emigración al que se ven forzados muchos jóvenes cualificados, destinatarios de nuestros esfuerzos para que la educación llegue a todos y que, sin embargo, no cuentan con oportunidades para realizarse entre nosotros. Debemos impulsar programas y modificaciones legislativas que contribuyan a darles esas oportunidades profesionales en nuestro país.