Una de las consecuencias que debemos a la falta de regulación de los mercados financieros es el brutal aumento de la desigualdad en nuestra sociedad. La persistencia de la crisis no sólo ha aumentado la brecha entre quienes tienen necesidades y quienes no, entre los que conservan su puesto de trabajo y quienes lo han perdido, entre los que contribuyen a la hacienda pública y los que se escabullen de sus obligaciones fiscales. También ha ensanchado hasta extremos inaceptables la diferencia previamente existente en nuestra sociedad entre los que más tienen y los que menos, sin que los poderes públicos hayan sido capaces de reequilibrar la situación, o de poner freno a la ofensiva neoliberal.

Lo mismo puede afirmarse sobre la desigualdad de genero en múltiples ámbitos sociales y particularmente en el laboral como consecuencia de las recientes reformas laborales.

La quiebra del principio de igualdad en todos los sentidos, como lo hemos visto con el caso de los desahucios, rompe la cohesión social y supone uno de los principales factores del preocupante distanciamiento de la política y las instituciones que manifiestan algunos sectores de nuestra sociedad.

Las políticas neoliberales sólo producen más desigualdad. Los Socialistas Vascos planteamos una política económica distinta, para una salida colectiva de la crisis, en la que nadie se quede atrás.

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