5- Modelo Socioeconómico
5.4- La globalización y la nueva economía
5.4.1. El talento como garantía de futuro.
Se ha dicho en numerosas ocasiones: vivimos una época de profundas transformaciones. Cambios en nuestro modo de vida, en la economía, en las relaciones sociales, en la gobernanza, cambios demográficos, revolucionarias innovaciones en áreas como la salud, las nuevas tecnologías, la energía…
Las transformaciones en todos los órdenes que el mundo va a experimentar desde el año 2000 hasta 2030, serán superiores al conjunto del progreso experimentado por la humanidad en toda su historia. Y, evidentemente, de nuestra capacidad de adaptarnos a esta oleada, dependerán nuestro bienestar y progreso futuros como sociedad.
La educación y la investigación surgen aquí como ejes vertebradores del futuro de la sociedad vasca. Debemos apostar por el conocimiento. En un mundo cada vez más globalizado e interconectado como el actual, sálo las sociedades capaces de generar, retener, atraer y utilizar el talento serán realmente competitivas. Deben reforzarse las ayudas y subvenciones para reclutar recién titulados para que no se nos vayan al extranjero.
Los Socialistas Vascos somos conscientes de ello y por eso, en los últimos años, hemos hecho especial hincapié por desarrollar el capital humano, cultivar el talento social latente en nuestro país, facilitarle espacios de crecimiento y plataformas a través de las cuales trabajar y ser productivo.
Lo hemos hecho en el campo de la Educación. Por un lado, enfrentándonos al afán recortador y recentralizador que nos venía desde Madrid. Aunque resulte un lugar común, debemos repetir una y mil veces que la Educación no es un gasto, sino una inversión y que si caro es mantener el presupuesto educativo, mucho más lo es, en el largo plazo, reducirlo, porque sólo conlleva pobreza y recesión. Y por eso hemos apostado por la excelencia educativa, hemos combatido el abandono escolar, hemos aumentado la oferta educativa pública temprana (0-2 años) y hemos aumentado en un 33% las becas educativas.
Y porque creemos en la educación, hemos apostado por modernizar nuestro sistema educativo, adaptándolo a los retos del nuevo siglo. Ahí están la apuesta por el trilingüismo o la introducción de las nuevas tecnologías en las escuelas (el programa “Eskola 2.0” que dotó de un ordenador para cada alumno de 5º y 6º de enseñanza primaria y de un ordenador para cada alumno de 1º y 2º de enseñanza secundaria en la escuela pública y privada concertada, el mayor esfuerzo modernizador de cuantos se han hecho en la historia de la escuela vasca).
La Educación es la base del crecimiento. Pero debemos saber revertir después todo este capital humano en beneficio de la ciudadanía. Debemos invertir en investigación. Nuestras universidades, centros tecnológicos y empresas deben ser cunas de conocimiento.
En los tiempos de la globalización ésta es nuestra una baza competitiva: invertir en capital humano. La apuesta por los BERC´s que hemos mantenido en los últimos años, por no reducir el Fondo de Innovación debe seguir siendo uno de nuestros referentes como país.
No somos nuevos en esta tarea. Euskadi tiene una gran tradición investigadora. Durante la pasada legislatura socialista superamos, por primera vez en nuestra historia, la cifra del 2% de nuestro PIB dedicado al I+D y pusimos las bases para alcanzar el 3% en 2015. Éste es el camino que debemos seguir transitando para garantizar el futuro competitivo vasco.
Debemos ayudar a nuestras empresas a innovar e internacionalizarse, apoyándonos en la experiencia y referencia de las empresas públicas. Buscar nuevos nichos de negocio en los que ser competitivos a nivel internacional y facilitar el salto a estos mercados extranjeros.
Es un concepto mucho más amplio que la mera internacionalización, en la que nuestras empresas llevan trabajando de forma eficaz desde hace décadas. Debemos conseguir una Economía Abierta; una economía innovadora y generadora de talento, capaz de atraer del exterior inversiones y conocimientos; una economía que fomente alianzas entre empresas del sector y las instituciones públicas para multilocalizarse; una economía sensible a los cambios en el mercado global para adaptarse a ellos.
Cuando hablamos de entender la economía como bien público también nos referimos a esto: a dedicar recursos y capacidades a ayudar a nuestro tejido industrial a innovar, a generar talento, a competir fuera y, con ello, a generar riqueza y bienestar dentro.
Hemos definido un objetivo: hacer de Euskadi una Metrópoli del Talento, con una economía basada en el conocimiento, la investigación y la innovación; y que utilice de forma sostenible los recursos existentes para aumentar la competitividad, crear empleo y fortalecer la cohesión social y territorial. Debemos activar la economía del conocimiento, para que el mercado de capital intelectual complemente al de capital riesgo
Todo ello exige:
- conseguir una estructura socioeconómica fuerte y capaz de adaptarse a los cambios;
- una apuesta fuerte por la internacionalización y la inversión extranjera, evitando la deslocalización de las empresas;
- invertir en educación y aprendizaje a lo largo de toda la vida, fomentar las vocaciones investigadores desde sus inicios.
- una Formación Profesional adaptada moderna y conectada a las necesidades de nuestro tejido industrial;
- una relación equilibrada entre masa salarial y productividad en las nuevas reformas estructurales;
- una amplia red de infraestructuras físicas y digitales modernas y vertebradoras del territorio.
Ésta es la vía por la que podremos, no sólo superar la crisis, sino que salir de ella fortalecidos y con mayor capacidad competitiva a la actual.
Los Socialistas Vascos consideramos que un pequeño país como el nuestro, que convive con otras sociedades desarrolladas, sólo puede competir basando su apuesta de futuro en el conocimiento y la innovación.
La apuesta por el conocimiento, la investigación y la innovación tiene que hacerse también con un fuerte apoyo al sector industrial vasco para que sea competitivo en una economía cada vez más globalizada.
Trabajamos por conseguir una economía sostenible que avance en la protección integral del medio ambiente. Debemos abrir el debate de la implementación de una fiscalidad ambiental que incida en las decisiones que adopten los distintos agentes sociales y constituya un paso hacia adelante en la educación sostenible de la ciudadanía. Nos proponemos encontrar en las medidas a tomar para salir de la actual coyuntura económica una oportunidad para avanzar en la protección integral del medio ambiente.
La globalización y la nueva economía nos conducen a entender el mundo y participar de él. La apertura al mundo de la sociedad vasca en su conjunto es vital para nosotros y nuestro futuro, evitando una futura brecha social entre sectores internacionalizados y los que no lo están.
Proponemos una presencia exterior de Euskadi inspirada en los valores del multilateralismo y de la solidaridad global, siendo elementos claves la transversalidad, la unidad de acción, la colaboración y la complementariedad con los ámbitos estatal y europeo. Nos sentimos alejados y distanciados de quienes tienen como meta trasladar al exterior los problemas de los nacionalistas y con ello la imagen de una Euskadi en blanco y negro.
En la política que nosotros defendemos son elementos fundamentales: la promoción de nuestras empresas y de nuestras manifestaciones culturales, nuestra diversidad lingüística, la cooperación atlántica, la política de cooperación al desarrollo, la proyección turística, la atención a la ciudadanía del exterior o el deber de contribuir a la deslegitimación mundial de la violencia y el terrorismo.