La fiscalidad no es un elemento exterior del Estado de Bienestar cuya única función es dar recursos a la Administración de acuerdo a la situación económica. La fiscalidad es un elemento troncal del Estado de Bienestar por que es ella misma la bases de la redistribución.

Por ello la fiscalidad es para los Socialistas Vascos, una cuestión fundamental, tanto de justicia social como de progresos colectiva.

Ello implica un nuevo diseño y aplicación de un sistema fiscal más justo, que avance en la consecución de los objetivos de equidad, progresividad y eficiencia, permitiendo una mayor y mejor redistribución de las cargas y de los recursos fiscales entre los contribuyentes, afrontando además de las necesidades financieras a corto plazo derivadas de la crisis, los retos presupuestarios futuros como el coste del aumento de la esperanza de vida, la calidad de las prestaciones públicas o la sostenibilidad medioambiental.

Mucho más en una situación de crisis como la actual en el que hay que hacer un esfuerzo colectivo añadido.

La reforma fiscal es una vieja reivindicación de los Socialistas Vascos, pero hoy se ha convertido en inaplazable.

La disminución de los impuestos -especialmente los referentes a patrimonio y rentas de capital- ha sido la herramienta preferida por los neoliberales para reducir los servicios públicos.

Pero los Socialistas Vascos sabemos que no es cuestión de números sino de voluntad.

En los ochenta el PSOE comenzó la construcción del Estado de Bienestar con una renta de menos de 4.000 euros, no hay ninguna razón para que ahora con una renta de 35.000 no seamos capaces de mantenerlo.

Sin fiscalidad no hay políticas públicas. Sin fiscalidad no hay solidaridad ciudadana para compartir esfuerzos y salir juntos de la crisis.

Se precisa una reforma fiscal y una nueva fiscalidad que afecte además al ámbito internacional, para que nuevos agentes, como la banca se sumen a los esfuerzos que se solicitan a la ciudadanía.

Los Socialistas Vascos queremos que la fiscalidad de todos los vascos sea discutida y decidida en el Parlamento vasco, en el único órgano común que nos representa a todos.

Una fiscalidad basada en cuatro ejes: la suficiencia fiscal para garantizar y sostener los servicios públicos, la corresponsabilidad fiscal de la ciudadanía, impedir la elusión y fraude fiscal a través de las modificaciones normativas oportunas y la defensa de una fiscalidad justa.

Los Socialistas Vascos queremos tener en Euskadi una fiscalidad más justa y también suficiente.

Y es que no hay ninguna sociedad moderna justa, sin una fiscalidad justa.

Y un gasto público justo. El gasto presupuestario público también es un elemento que garantiza la igualdad de oportunidades y un instrumento de redistribución de justicia social.

Porque la igualdad de oportunidades se asienta en dos soportes fundamentales: una fiscalidad en la que los ciudadanos y ciudadanas aportan según sus posibilidades (más los que más tienen); y unos Servicios Públicos universales que ofrecen a todos y a todas, sin distinción, iguales oportunidades ante la vida.

Y los Socialistas Vascos pensamos que la fiscalidad actual no es justa.

• No es justa porque es un sistema fiscal que está sustentado, fundamentalmente, por las nóminas y por los impuestos indirectos. Y eso es injusto.
• Es un sistema que ha perdido progresividad para que contribuya más quien más tiene. Y eso es injusto.
• Es un sistema fiscal que no impide la elusión y el fraude, que facilita a algunos colectivos buscar mil vericuetos para pagar mucho menos de lo que les corresponde. Y eso es injusto
• No podemos permitir que cada año 2.500 millones de euros se pierdan por caminos oscuros en perjudico de la ciudadanía.
• El fraude en Euskadi se ha cifrado en más de 2.500 millones de euros, euros de quienes se escapan sin pagar la ronda; millones que permitirían un sostenimiento de las políticas sociales para dar cobertura a los ciudadanos y garantizar así la igualdad de derechos y de acceso a los servicios públicos. Y eso es injusto.

Por todo ello los Socialistas Vascos vamos a plantear en el Parlamento Vasco una reforma profunda de la fiscalidad vasca. Y también un plan de lucha contra el fraude.

El Estatuto de Autonomía atribuye al Parlamento Vasco la competencia en materia de armonización, coordinación y colaboración fiscal (art. 41.2.a), reiterada en la Ley de Territorios Históricos (art. 14.3) y el propio Concierto Económico (art. 2. Cuarto), desarrollándose este precepto a través de la Ley 3/1981, pero el modelo fiscal en los últimos años no ha funcionado de forma adecuada, socavando la autonomía financiera del Gobierno Vasco y condicionando, por tanto, el ejercicio de sus competencias y responsabilidades.

El sector público tiene que realizar una política de consolidación fiscal, es decir, una gestión responsable del gasto/aumento de ingreso, que permita la sostenibilidad de la deuda y de las cuentas públicas. Pero la reducción del déficit por la exclusiva vía del gasto, nos está llevando a una espiral de crecimiento negativo, y al incumplimiento de los objetivos de déficit que se pretende conseguir. Por eso proponemos que los déficits de las cuentas públicas se vean recuperados con etapas de superávit, garantizando siempre el mantenimiento de los servicios públicos fundamentales, realizando un seguimiento y control de los presupuestos en cada una de las partidas que impliquen coste social en época de crisis.

Consideramos necesario definir una nueva fiscalidad común para los tres Territorios Históricos, que garantice la equidad, la eficiencia y la suficiencia. Necesitamos una reforma de nuestro sistema tributario que ponga el acento en el reparto justo de la carga tributaria entre los contribuyentes, tanto en términos de fraude y elusión fiscal como de progresividad y tributación de la riqueza en toda la Comunidad Autónoma.

En la lucha contra el fraude y la elusión fiscal los socialistas vascos nos reafirmamos en todas y cada una de las medidas que aprobamos en el programa electoral para las elecciones autonómicas de 2012 y que se basan fundamentalmente en conseguir incrementar la transparencia para promover el aumento las buenas prácticas de la población respecto a sus obligaciones fiscales para con la sociedad.

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