4- Modelo Político - Institucional
4.1- Europa
4.1.2- Problemas de la Unión
En la actualidad tres problemas son acuciantes en la Unión Europea: la dificultad creciente de “pensar, actuar y gobernar en europeo”.
a) La burocracia.
La Unión Europea ha generado una enorme burocracia privilegiada que gobierna junto con los Estados la Unión.
Un status privilegiado -en sueldos y fiscalidad- está creando un sin fin de directivas meticulosas de aplicación automática en todos los países, llegando a veces a un intervencionismo no imaginado en las normativas estatales anteriores. Se está convirtiendo en un poder autónomo que se legitima a sí mismo.
b) Las deficiencias democráticas.
Pero el mayor problema de las instituciones de la Unión son sus múltiples deficiencias democráticas, el escaso poder de los representantes ciudadanos.
Dicho problema incrementa el déficit democrático en el proceso de construcción europea. Ello debido a que tanto la sociedad civil como la institución que legítimamente representa la ciudadanía de la UE, el Parlamento Europeo (PE), cuentan con un escaso peso en el proceso de toma de decisiones, no siendo, así, los actores principales de las decisiones que adopta la Unión y que tanto nos afectan a los ciudadanos de los Estados miembros. Al contrario, es el Consejo de Ministros de la UE, con Alemania y Francia al frente, el que marca (e impone) las directrices políticas al conjunto de la Unión, basándose en egoísmos nacionales.
Y, lo que es peor: está iniciándose un retroceso, porque en general todos los enfrentamientos de interés se están resolviendo reduciendo la influencia de la Unión como cuerpo político colectivo de todos los europeos.
c) La dificultad de “pensar en europeo”.
Los gobiernos y partidos políticos europeos están teniendo grandes problemas para “pensar en europeo”, para plantear proyectos políticos globales para Europa. La Unión Europea está incompleta y eso genera incertidumbre en la ciudadanía.
Europa es más bien un bazar de reparto de recursos y juegos de intereses en el que priman los intereses territoriales frente a los intereses de la ciudadanía europea; y en ese pulso ganar los países más poderosos sobre los más pobres.