1- Introducción
1.3- Una oposición rigurosa, contundente y con iniciativa
Hablar hoy de la izquierda es hablar del ecologismo, de feminismo, de los derechos humanos, pero en primer lugar, para que la izquierda sea auténtica, tiene que plantear la lucha por una sociedad donde el interés colectivo, la solidaridad y la igualdad primen sobre el beneficio privado. Los proyectos de izquierdas que defendemos tiene que incluir la superación del desfase entre el mundo pobre y el rico en el centro de su proyecto de cambio; tiene que situar la emancipación del mundo pobre, en el mismo plano que los problemas sociales y económicos existentes en el mundo rico, introduciendo y desarrollando un internacionalismo que tiene que partir del principio de que a estas alturas de la historia, el bienestar y la felicidad de unos ya no puede apoyarse en el retraso y la infelicidad de otros.
Este nuevo impulso reformista de la izquierda representa un movimiento tanto político como cultural.
Tenemos que conseguir estos grandes objetivos con iniciativa política desde la oposición, que es el papel que nos ha encomendado la ciudadanía, reforzando nuestros perfiles y remarcando nítidamente tanto los espacios de colaboración como los de confrontación ideológica con las demás fuerzas políticas.
En esta legislatura debiéramos aunar esfuerzos por convertirnos desde la izquierda en un referente esencial de la sociedad vasca frente a las políticas de derechas y frente a las obsesiones rupturistas y disgregadoras del nacionalismo.
Debemos hacer de nuestra presencia en la oposición una herramienta útil y transformadora para hacer valer aquellos principios de progreso, de solidaridad y de igualdad que nos unen y nos definen como Socialistas. Tenemos la obligación de ser los garantes de la cohesión social en Euskadi, de que nadie quede apartado del bienestar colectivo, ni por cuestiones económicas, ni por cuestiones identitarias.
El PSE-EE tiene que ser en esta legislatura la voz de todos los progresistas de Euskadi, de todas las personas que nos han votado, a los que les agradecemos su confianza y apoyo, y de las que no nos han votado pese a identificarse con nuestros valores, a fin de conseguir su confianza. Tenemos que luchar contra el desánimo de los ciudadanos y su abandono de la acción política para superar las dificultades actuales.
El PSE-EE se compromete a hacer una oposición de mano tendida y colaboración en aquellos ámbitos donde prevalezca el interés general. No pretendemos, como algunos plantearon de forma irresponsable hace cuatro años, "gobernar desde la oposición". Vamos a hacer oposición seria, responsable, pero también contundente y constructiva. Y eso se traduce en un control eficaz de la acción de Gobierno y una labor legislativa ambiciosa, que atienda a los verdaderos problemas de la ciudadanía y que les dé una respuesta adecuada.
Nuestra oposición será rigurosamente beligerante ante cualquier intento de rebasar las líneas rojas marcadas en el mantenimiento de los servicios públicos y las políticas de solidaridad y cohesión social.
También lo será, igualmente, ante planteamientos que quieren avanzar en el camino que lleva a la independencia de Euskadi. Los Socialistas Vascos nos opondremos a estos proyectos y defenderemos con contundencia el autogobierno vasco dentro de España y Europa.
Cualquier debate que se quiera plantear sobre nuestro marco jurídico, debe hacerse con claridad, sin ambigüedades y respetando las reglas de las que nos hemos dotado. La claridad en la exposición de las aspiraciones, evitando conceptos difusos o equívocos, y el respeto a esas reglas de juego serán cuestiones que, con contundencia, defenderemos los Socialistas Vascos.