La Recuperación de la Democracia
La transición democrática en el País Vasco -tras la muerte de Franco en noviembre de 1975 y las primeras elecciones de junio de 1977- tuvo algunas características comunes con el resto de España, si bien se trató de un proceso mucho más complejo, a causa de la persistencia y recrudecimiento del terrorismo de ETA.
El socialismo vasco (el PSE-PSOE, en su denominación de entonces) salió de las elecciones de junio de 1977 notablemente reforzado. Y volcó todo su peso político en la recuperación de la democracia y de la autonomía, desarrollando visión de país y sentido de Estado. Podemos decir con orgullo que fuimos el único partido vasco que defendió con la misma pasión, primero, la Constitución Española, y luego el Estatuto de Autonomía.
Y, por supuesto, participamos intensamente en los trabajos conducentes a la recuperación del autogobierno, Tras la Ley para la Reforma Política, y antes de las elecciones de junio de 1977, el Partido Socialista participó en la firme del denominado “compromiso autonómico”, en mayo de ese mismo año, lo que suponía entrar, como había sucedido durante la etapa republicana, en la vía constitucional para la obtención de la autonomía.
El 4 de enero de 1978, se publicaba el decreto por el que se aprobaba el régimen preautonómico y la constitución de un Consejo General Vasco. Tras diversas negociaciones, este Consejo se constituyó en Vitoria, en febrero de 1978, bajo la presidencia de Ramón Rubial, que se impuso, tras varias votaciones, al candidato nacionalista Juan de Ajuriaguerra. A partir de ese momento, el primer Lehendakari de Euskadi de la etapa democrática inició un trabajo intenso, con el objetivo final de satisfacer las aspiraciones de autogobierno de los vascos. El acuerdo entre socialistas y nacionalistas, con las reticencias iniciales de la extinta UCD, había dado finalmente sus frutos.
Tras el proceso constitucional, y las negociaciones para la redacción del Estatuto, éste sería finalmente aprobado en referéndum el 25 de octubre de 1979.